Javier Milei brindó este domingo al mediodía su primer discurso como Presidente de la Nación Argentina. Tras jurar ante la Asamblea Legislativa, el líder de La Libertad Avanza no dirigió su mensaje a los legisladores presentes en el recinto, sino que, como tenía premeditado, lo hizo en las escalinatas del Congreso frente a miles de militantes. Allí, estuvo acompañado por su vicepresidenta Victoria Villarruel, altos funcionarios, dirigentes de su círculo íntimo y los mandatarios de otros países, como Volodímir Zelenski (Ucrania), invitados para la ocasión.
Al bajar las escalinatas del Parlamento, Milei se cruzó con Zelenski, quien había confirmado sobre la hora su visita a la Argentina por cuestiones de seguridad aunque estuvo en duda hasta último momento, y ambos se saludaron muy afectuosamente, casi abrazándose. El diálogo duró alrededor de un minuto. También extendió la mano a otras autoridades presentes, como el rey de España, Felipe VI.
Luego, se acomodó en su tarima y, eufóricamente, pronunció: “Hola a todos…”, tal como inició todos sus discursos durante su campaña presidencial. Ante ello, la multitud frente al Congreso se desató, esperando que Milei continúe con su reversión de la conocida canción de La Renga. No obstante, el flamante mandatario decidió arrancar su discurso, manteniendo la seriedad que la ceremonia requiere.
“Señores ministros de la Corte (Suprema de Justicia), gobernadores, diputados y senadores nacionales, presidentes y dignatarios extranjeros, argentinos. Hoy comienza una nueva era en Argentina”, indicó Milei en sus primeras palabras como jefe de Estado. Y remarcó: “Hoy damos por terminada una larga y triste historia de decadencia y declive y comenzamos el camino de la reconstrucción de nuestro país”.
En este sentido, recalcó que “los argentinos han expresado una voluntad de cambio que ya no tiene retorno”. “No hay vuelta atrás. Hoy enterramos décadas de fracaso, peleas intestinas y disputas sin sentido y que lo único que lograron fue destruir nuestro país y dejarnos en la ruina”, enfatizó el libertario. Y aseguró que “hoy comienza una nueva era, de paz y prosperidad, de crecimiento y desarrollo, de libertad y progreso”.
Seguidamente, Milei repasó la historia del liberalismo. “Hace 200 años un grupo de ciudadanos argentinos, reunidos en San Miguel de Tucumán, declararon que las provincias unidas del Río de La Plata no eran más una colonia española y que a partir de ese momento histórico seríamos una nación libre y soberana. Durante décadas nos enfrentamos acerca cuál debía ser la forma institucional que nuestro país necesitaba”, introdujo.
Y se explayó: “En 1853, bajo el auspicio de un pequeño grupo de jóvenes e idealistas, decidimos como pueblo abrazar las ideas de la libertad. Así, se sancionó una constitución liberal. Lo que vino después, fue la expansión económica más impresionante de nuestra historia. Pasamos a ser la primera potencia mundial. Para principios del siglo XX éramos el faro de luz de Occidente. Nuestras costas recibían con brazos abiertos a millones de inmigrantes que se escapaban de una Europa devastada en busca de progreso”.
“Lamentablemente, nuestra dirigencia decidió abandonar el modelo que nos había hecho rico y abrazaron las ideas empobrecedoras del colectivismo”, apuntó Milei. Tras lo cual, aseveró: “Durante más de 100 años, los políticos insistieron en defender un modelo que lo único que genera es pobreza, estancamiento y miseria, que considera que los ciudadanos estamos para servir a la política y no que la política existe para servir a los ciudadanos, que considera que la tarea de un político es dirigir la vida de los individuos en todos los ámbitos y esferas posibles, que considera al Estado como un botín de guerra que hay que repartir entre amigos”.
A modo de cierre de ese tramo de su discurso, el Presidente indicó: “Señores, ese modelo ha fracasado, en todo el mundo, pero especialmente en nuestro país”. “Así como la caída del muro de Berlín marcó el final de una época trágica para el mundo, estas elecciones han marcado el punto de quiebre de nuestra historia”. “Sabemos que será duro. Será difícil, pero lo vamos a lograr. A ponerse de pie que vamos a salir”, concluyó.