Los principales dirigentes de la CGT definieron el miércoles por la noche que se reunirán para discutir este jueves el lanzamiento de un paro nacional, contra el decreto de 300 medidas anunciadas por el presidente Javier Milei. «Están en pie de guerra», afirmó un dirigente peronista que habló con el líder de la CGT, Héctor Daer.
«Esto es muy grosero», agregaron a La Política Online desde uno de los gremios que integra esa central. El decreto del gobierno libertario desafió la lógica de la luna de miel que se le suele otorgar a una gestión que recién inicia. Además, activó la resistencia de la CGT y encendió el regreso de las cacerolas que tomaron las calles y avenidas y se concentraron en el Congreso, en un desafío a Patricia Bullrich, que esta vez prefirió no movilizar a la policía.
Entre las iniciativas que activaron las alarmas del movimiento obrero figuran la eliminación la ultraactividad de los convenios, la reversibilidad y cuidados de teletrabajo, la ampliación del período de prueba y hasta la desregulación obras sociales.
Miles de personas se autoconvocaron en distintos barrios porteños como Palermo, Caballito, San Telmo, San Cristóbal y Villa Crespo para cacerolear contra el anuncio de Milei. Los caceroleros cortaron las avenidas y cientos de ellos marcharon al Congreso, en donde también se cortó la avenida Entre Ríos.
Las protestas en las calles de Buenos Aires se realizaron en la jornada en que se cumple el 22 aniversario del estallido social del 2001, que culminó con la renuncia del presidente Fernando de la Rúa y 39 muertos víctimas de la represión. El DNU, que publicado en el Boletín Oficial pasada la medianoche, contiene medidas como la derogación de ley de Alquileres y de la ley de Abastecimiento, entre decenas de disposiciones.