La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) rompió el silencio por la designación de Rodolfo Barra como procurador del Tesoro de la Nación. El nuevo funcionario del presidente electo Javier Milei cosechó cuestionamientos severos por su participación en movimientos filonazis durante su juventud, entre ellos, el Movimiento Nacionalista Tacuara. A pesar de ello, la organización judía respaldó la designación al argumentar que sus «horrorosas conductas y manifestaciones» quedaron atrás.
«El Dr. Rodolfo Barra, designado Procurador del Tesoro de la Nación por el presidente electo Javier Milei, expresó ante la DAIA en la década del ’90 un pedido de disculpas por sus horrorosas conductas y manifestaciones cuando era joven. Lo hizo antes de asumir como Ministro de Justicia de la Nación», introduce el comunicado.
«Es importante remarcar lo ocurrido, ya que estará a cargo del órgano superior del Cuerpo de Abogados del Estado y tendrá como eje central la lucha contra el antisemitismo y la discriminación. En este sentido, la DAIA estará presente para asegurarse su apego a la ley y que esto se cumpla gobierne quien gobierne», culmina el escrito.
De esta forma, la DAIA corrió a un lado las numerosas críticas por la designación de Barra alegando que el exministro de Justicia durante el Gobierno de Carlos Menem se disculpó. «Si fui nazi, me arrepiento», dijo en junio de 1996 cuando salió a la luz su pasado, que llevó a que el propio Poder Ejecutivo le pidiese su renuncia.
Quién es Rodolfo Barra
Barra es especialista en Derecho Administrativo y cumplió esa misión en el gobierno de Menem desde la Corte Suprema, entre 1990 y 1993, y desde el Ministerio de Justicia, entre 1994 y 1996. Durante aquellos años, el abogado formó parte de la famosa “mayoría automática” del máximo tribunal, del que participó luego de un breve paso como viceministro del Interior y de secundar a Roberto Dromi -padre de las privatizaciones- en el Ministerio de Obras y Servicios Públicos.
Su desembarco en Justicia en 1994 terminó abruptamente tres años después, ya que debió renunciar a su cargo después de que se diera a conocer que en su juventud había arrojado alquitrán contra una sinagoga. Además, había reivindicado ideas de corte nazi y ultranacionalistas durante su paso por el Movimiento Nacionalista Tacuara.