Dady Brieva, humorista, conocido por sus opiniones en diversos temas, fue objeto de críticas y burlas por un video en el que expresaba su incredulidad tanto por la posibilidad de que Colón descendiera como en la idea de un gobierno encabezado por Javier Milei. Finalmente, lo que Brieva consideraba una utopía terminó siendo realidad: Milei es el nuevo presidente de la Argentina y el sabalero descendió a la segunda categoría del fútbol argentino.
«No me imagino ni Colón en la B nacional ni un gobierno de Javier Milei«, expresó Brieva en una entrevista que se viralizó en TikTok y sumó: «Con esta teoría estúpida de darle una oportunidad a él (Milei) porque nunca estuvo en política es como darle una oportunidad a mi mamá para que te opere el corazón cuando nunca operó…, las pelotudeces que llegamos a pensar».
Estas declaraciones cobraron relevancia debido a que, semanas más tarde, el candidato libertario ganó las elecciones presidenciales 2023 en un balotaje frente a Sergio Massa con un 55,69% de los votos. Pero también falló en el plano deportivo donde una vez más la realidad tomó por sorpresa al simpatizante del kirchnerismo.
La realidad humilló a Dady Brieva
El partido que selló el destino de Colón se llevó a cabo ayer en la cancha de Newell’s Old Boys en Rosario, finalizando con una derrota de 1-0 ante Gimnasia de La Plata, con un gol de Nicolás Colazo en el primer tiempo. La derrota provocó la reacción airada de los hinchas sabaleros, quienes, molestos por el descenso, protagonizaron incidentes y daños en partes del estadio.
Así, Dady Brieva se encuentra ahora en el centro de la atención mediática, siendo blanco de comentarios y memes que rescatan sus pronósticos previos y la ironía del destino tanto para Colón como para la realidad política argentina. El humorista y conductor de TV se vio envuelto en la polémica que él mismo contribuyó a crear con sus comentarios previos.
La dualidad entre la sorpresa de lo impensado y la concreción de los escenarios que desestimaba generó un revuelo mediático que puso a Brieva en el epicentro de las discusiones sobre la imprevisibilidad de la realidad argentina. Además, representa un mensaje de que la realidad puede superar, en ocasiones, las expectativas más extremas.
