A pocos días de la asunción de Javier Milei, Nicaragua confirmó el lunes que retiró de manera inmediata a su embajador en Argentina. Durante su campaña presidencial, el libertario había dicho que no promovería «la relación con comunistas» e incluyó a varios países latinoamericanos, entre ellos Nicaragua.
El canciller de la nación latinoamericana, Denis Moncada, expresó en un comunicado que la decisión se había tomado «frente a reiteradas declaraciones y expresiones de los nuevos gobernantes», pero no dio detalles. Un portavoz del presidente electo declinó hacer comentarios sobre la decisión del gobierno del sandinista Daniel Ortega de retirar a su embajador.
La salida del embajador nicaragüense se da luego de que el gobierno de Ortega felicitara a Milei tras su victoria en las urnas. En el mensaje, suscrito por Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, la pareja presidencial aseguró ser «defensores de los principios de no intervención, respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos».
Según se supo, Milei no invitó al acto oficial de investidura a varios presidentes, entre ellos, Daniel Ortega. Tampoco invitó al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, a Nicolás Maduro de Venezuela y a Ebrahim Raisi de Irán. Tras su victoria en las urnas, el libertario ha sido claro en que no apoyará ni mantendrá ningún tipo de relación con el «eje comunista».
Las relaciones entre ambos países no pasan por su mejor momento. Aunque Ortega mantuvo cercanía con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, con la actual administración de Alberto Fernández hubo algunos impasses diplomáticos que provocaron un distanciamiento entre las naciones.
Por ejemplo, en agosto de 2021, Argentina se sumó a las críticas que México, Colombia y Costa Rica por el encarcelamiento de varios candidatos opositores, a puertas de las elecciones generales en noviembre de ese año. La postura de los países provocó molestia en el régimen de Ortega, quien decidió llamar a consultas a sus embajadores de dichos países.
Las críticas de Fernández a lo sucedido en Nicaragua provocó un rechazo de Managua en la intención de Argentina de asumir la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en noviembre de ese mismo año. Sus roces llegaron incluso a la Organización de Estados Americanos (OEA), cuando en agosto de 2022, nuestro país apoyó la resolución para condenar «la persecución religiosa y la censura de prensa» ejercida en Nicaragua.