Alfredo Leuco valoró a los estudiantes y le dedicó un mensaje especial a una adolescente en particular. En editorial por Radio Mitre, el conductor se refirió a todo lo que aconteció en la vida de la joven que, tras una panorama algo adverso logró graduarse de la secundaria.
Para comenzar con su descargo, Leuco indicó: “Ludmila Leguizamón tiene apenas 18 años y su esfuerzo y su apuesta al mérito nos pueden servir de bandera para millones de argentinitos frente al misterio del pizarrón. Rosana Alberca es su madre. Ella quedó viuda hace diez años y no paró de trabajar un minuto para que sus tres hijos pudieran crecer y educarse de la mejor manera”.
“Ludmila hoy recibió su título de bachiller y los diplomas que la acreditan como la abanderada por sus mejores promedios y por ser la mejor compañera. Ludmila demostró un conmovedor amor por la excelencia y por sus compañeros. Ella vive en un pueblito de apenas 200 habitantes al noroeste de la pampa bonaerense llamado Carlos Salas”, agregó el comunicador.
Por otro lado, Leuco destacó: “Y disfruta de tomar mate con sus amigos en la plaza porque le gusta y porque tampoco hay mucho para hacer en ese cuadrado de cuatro manzanas por lado. Pero Ludmila es un símbolo de lo que se puede lograr con vocación y pasión por el progreso personal. Durante mucho tiempo tuvo que viajar 42 kilómetros, todos los días para poder ir a la escuela secundaria de Timote porque en Carlos Salas no había”.
“Todos los días, con lluvia, heladas o vientos en esos caminos rurales en su mayoría de tierra. Viajó 21 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta en bici, moto, a veces a dedo y cuando juntaban unos pesitos entre abuelos, tíos y amigos podían compartir un remise con otras alumnas. Se puso el objetivo de tener el título a toda costa. Se rompió el lomo viajando y se quemó las pestañas estudiando. Y lo logró. Hoy recibió su diploma tan ansiado en medio de los abrazos profundos de su madre y sus hermanos, Mora y David”, añadió posteriormente.
Sentido mensaje
“Vivimos tiempos difíciles donde la incertidumbre sobre el futuro y el sacrificio que se exige desde el poder para superar tantos años de frustración a algunos les hace bajar los brazos o tirar la toalla. Hay muchas familias que terminaron agotadas. Por eso la historia de vida de Ludmila, con apenas 18 años nos puede marcar el mejor de los caminos. No bajar los brazos nunca. No rendirse jamás”, dijo Leuco para finalizar su columna.