En una movida audaz, el presidente de la Argentina, Javier Milei, anunció la intervención de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). Milei criticó la anterior intervención impulsada por Alberto Fernández, denunciando un «notorio retroceso institucional» que afectó los objetivos establecidos por la Ley de Inteligencia Nacional.
Según datos de la agencia NA, la medida, que tendrá una duración de dos años o hasta que cese la necesidad que la originó, busca reestructurar la AFI y, en paralelo, implementar un régimen de retiro voluntario para los espías. Milei, conocido por su estilo directo, afirmó que estas acciones son fundamentales para garantizar el cumplimiento de los objetivos de la institución y su normalización.
El DNU también pone en evidencia el impacto del ajuste en la estructura de la AFI. Milei pretende «pasar a disponibilidad al personal que estime conveniente» y «disponer la jubilación extraordinaria de aquellos agentes que, sin perjuicio de su edad, hayan reunido los requisitos para obtener la jubilación voluntaria y no sean necesarios sus servicios».
Además, se establecerá una «Comisión de Reencasillamiento del Personal» y se lanzará un «régimen de retiro voluntario» para los miembros de la agencia de inteligencia. Este último punto resalta la determinación de Milei de llevar adelante reformas significativas en un área sensible como la inteligencia del Estado.
El mandatario argentino también formalizó la designación del abogado Silvestre Sívori como interventor de la AFI, un letrado vinculado al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y con experiencia previa en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y en la administración de Cambiemos en la Casa Rosada. La movida, que busca redefinir el rumbo de la inteligencia estatal, representa otro paso clave en la estrategia de Milei para reformar diversas áreas del gobierno.
Déficit cero: la gran meta de Milei para el 2024
La intervención de la AFI no solo implica cambios estructurales, sino también una revisión exhaustiva de los fondos reservados, compras y contrataciones realizadas durante la gestión anterior. El presidente busca detectar posibles anomalías o incumplimientos, marcando así su compromiso con la transparencia y el uso eficiente de los recursos públicos.
