Carlos Manuel A., el joven de 18 años que había sido condenado a 4 años y seis meses de prisión por propinar una brutal trompada a Arturo López (66), un playero en Monserrat, fue liberado tras la decisión de la Justicia porteña de considerar que la pena impuesta era «excesiva». El incidente ocurrió en Monserrat, barrio de CABA cuando el agresor era menor de edad, por lo tanto, la pena fue más baja. Antes de estar preso, el agresor estuvo oculto en Uruguay.
La condena inicial fue dictada el 1 de septiembre de 2023 por el delito de lesiones gravísimas, debido a las secuelas de por vida que sufrió la víctima, Arturo López, incluyendo la pérdida del habla y dificultades para moverse. No obstante, la Sala N°1 de la Cámara de Apelaciones de la Ciudad de Buenos Aires revisó el caso y determinó que la pena era desproporcionada.
La Justicia dispuso que Carlos Manuel A. sea liberado con ciertas condiciones, incluyendo el uso de una tobillera electrónica de geoposicionamiento y la prohibición de salir de la Ciudad de Buenos Aires. Cabe destacar que el joven estuvo prófugo hasta que alcanzó la mayoría de edad y cumplía su condena con prisión domiciliaria.
El incidente ocurrió en noviembre de 2021 en un estacionamiento en Monserrat, donde el menor y sus familiares confrontaron a Arturo López por un supuesto rayón en el auto. La situación escaló hasta que el adolescente agredió brutalmente al playero, dejándolo con secuelas permanentes. Desde entonces, Arturo ha enfrentado problemas de movilidad y comunicación, ingresando y saliendo constantemente de la clínica de rehabilitación.
¿De qué se trata la pena «en suspensión»?
Carlos Manuel A. estuvo aproximadamente un año y medio detenido, desde su entrega en abril de 2022 hasta su liberación en diciembre de 2023 bajo la modalidad de pena «en suspensión». Esta modalidad de condena en la que se dicta una sentencia penal, pero su ejecución se suspende, siempre y cuando el condenado cumpla con ciertas condiciones durante un período determinado.
Durante este tiempo, el individuo que es detenido bajo esta modalidad no ingresa a prisión, pero debe cumplir con requisitos específicos, como no cometer nuevos delitos, someterse a un seguimiento judicial, realizar trabajo comunitario u otras medidas que la autoridad judicial considere apropiadas.
Si el condenado cumple con éxito con todas las condiciones establecidas durante el período de prueba, la pena puede quedar sin efecto, y el individuo no tiene que cumplir la condena de prisión. Sin embargo, si no cumple con las condiciones, la pena en suspenso puede revocarse, y la persona puede ser enviada a prisión para cumplir la condena original.