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ESPECTÁCULO

«Acompañando su enfermedad y agonía»: tristeza en América TV por el doloroso relato de Luis Ventura

Sus compañeros se mostraron muy movilizados.

Sentido, directo y muy sincero. De esta manera es como se mostró uno de los periodistas más importantes del mundo del espectáculo de nuestro país. Fue en A la Tarde, el ciclo de América TV, donde Luis Ventura decidió contar parte de su historia de vida después de romper en llanto al momento de hacer referencia a la muerte de su padre.

“Cuando uno se vuelve viejo se conmueve más fácil, yo nunca derramaba una sola lágrima. Fui sostén de todos mis tíos. Yo tengo 22 tíos, 11 de mi mamá y 11 de mi papá. A casi todos los fui acompañando en su enfermedad y agonía. También en su despedida. Todo eso me hizo muy duro, cuando ya no tenía a quién llorar y quién acompañar, empecé a llorar”, sostuvo.

“Y cuando vinieron los pibes… cuando empezaron a llegar mis hijos. Los hijos te conmueven y te enseñan a llorar. A mí me cuidan todos. Incluidos ustedes, yo sé que lo hacen. Yo siempre pongo la cara y el oído. Yo salía todos los días por la puerta del canal y todos los días venía una señora muy viejita. Yo le pagaba un café con leche con medialunas en un barcito que había muy cerca. Al otro día volvía. Yo pensé que venía a manguear el café. Pasó una semana, un mes, dos meses, como seis meses vino”, comentó.

Fue en ese momento cuando decidió contar una historia desconocida y desopilante. “Un día me llaman a la revista Paparazzi. Me dijeron que era una primicia que solamente me la iban a dar a mí personalmente. Quedamos en citarnos a las 12 del mediodía en el centro. Cuando estaba llegando al barcito estaba esta señora”, aclaró.

“Me presenté y la señora me dijo que no tenía familia, pero que tenía un piso entero para 15 habitaciones, 5 baños en Hipólito Yrigoyen y Matheu. Me la quería regalar. Me hizo que la conociera, la casa existía. Un millón de dólares. Me dijo que quería que la cuidara hasta que se muriera. ‘Porque yo sé que usted cuida a la gente’. Ella no tenía a nadie. A partir de ahí empecé a ir a las reuniones de consorcio. El resultado fue toda mi familia puteándome”, afirmó Luis Ventura.

“Un buen día llego a la casa me dijo que llevara un televisor para armar una oficina. Un día caí y me presentó al novio. No lo podía blanquear porque era casado. Cuando yo iba contando la historia iba teniendo más enemigos, pero no le vi ninguna segunda intención. No necesito que me regale la casa, lo hacía igual. Un día llego y apareció un hermano con el que estaba peleada. Agarré y me fui”, sentenció.