A meses de haber sido diagnosticada con leucemia y tras haber salido campeona del Bailando italiano, Wanda Nara se encuentra en la búsqueda de nuevos proyectos generales. Ahora que ya terminó con los ensayos la mediática regresó a la Argentina, y aunque no dio muchos detalles, Ana Rosenfeld reveló el motivo de su viaje.
En conversación con Ángel de Brito para LAM (América TV), Ana Rosenfeld reveló: “Wanda vino por un tema laboral, pasó por Buenos Aires, y tengo entendido que se va a Brasil para hacer su segundo videoclip». “Obviamente, cada vez que va a Buenos Aires, no deja de revisar su salud, que está muy bien, pero cada 6 meses creo que ella hace controles médicos. Viene por pocos días y llegó con Mauro Icardi”, agregó.
En cuanto a los próximos proyectos laborales de Wanda Nara, Ana Rosenfeld contó: “No lo puedo decir porque tenemos pacto de confidencialidad que me incluye. Wanda me llamó y me dijo ‘Ana, del contrato que firmamos y por el cual estoy trabajando, no se puede decir nada’. Este contrato, el octavo, es nuevo, lo firmamos hace 3 días. Pero siempre es referido a la tele. Los últimos fueron marca, pero este es tele y es muy bueno”.
Wanda Nara recordó cuando fue diagnosticada con leucemia
“Si me pongo a pensar, creo que acepté hacer el Bailando para tener un poco la cabeza en otra cosa. Estoy tan ocupada bailando que, además, es algo hermoso porque siempre escucho una música diferente. Debo concentrarme, pensar en no lastimarme, no hacerle daño a mi bailarín o en no hacerme daño. Es algo terrible un moretón en la cara. Entonces no quiero pensar. Confío en mis médicos de Argentina que me siguen”, contó Wanda Nara.
“¿Tenés miedo a alguna cosa?”, le preguntó la conductora, a lo que Wanda Nara respondió: “Cuando sos madre el único miedo que tenés es dejar solos a los niños. Ese es el único pensamiento. Una, dos, tres, cuatro y siempre lloraba, pero de una manera. Siempre estaba organizando toda la vida como si fuera mi último momento. Organizando todo con mi mamá y mi hermana. Yo le decía a Mauro ‘jurame esto’, ‘jurame lo otro’. La última quimio fue arriesgada. La quinta vez dejé todo lo que tenían que hacer mis hijos hasta que tuvieran 21 años. Ese fue mi mayor miedo. Cuando lo supe. Pensaba ‘son pequeños, me necesitan’. Ese es el miedo”.