Diego Martínez debuta este sábado como director técnico de Boca, pero ya lleva varios días trabajando en el inicio del ciclo que lo tiene como cabeza del cuerpo técnico. Y así también lo hacen todos sus compañeros. Entre ellos, uno muy particular por la historia que lo une a Boca con Martínez y también con el Rock. Se trata de Patricio Ciavarella, encargado de la parte de «coaching», quien además es músico entre sus múltiples facetas y hermano de Catriel, baterista de Divididos.
Ciavarella se inició en el fútbol como preparador físico, puesto en el que trabajó cuatro años en el ascenso. Luego, estudió psicología social. Y cuando Diego Martínez lo llamó en 2015 para incorporarse a su cuerpo técnico, arrancó como entrenador de arqueros. Pero luego incorporó el trabajo de «coaching«. Y desde la llegada de Pablo Campodónico como entrenador de arqueros, se dedica a tiempo completo al trabajo con el grupo.
«Fundamentalmente es la llegada al jugador, es donde yo hago mucho foco», explica Ciavarella sobre su trabajo en diálogo con Infobae. «En cómo puedo llegarle al jugador desde un lugar de naturalidad y no desde un lugar de obligación, esa es mi primera premisa. Que entiendan que yo siendo parte del cuerpo técnico no soy un botón del entrenador, sino que soy alguien que está para asistirlos, para ayudarlos y para tratar de que su desempeño deportivo sea mejor», sostiene.
Ciavarella elogió a los jugadores de Boca, a los que vio como «totalmente abiertos, con un sentido de aceptación tremendo». Dijo que «químicamente están funcionando, está circulando una buena energía y estamos entusiasmados». Además, contó detalles de su primera charla con Juan Román Riquelme. «Con Román tuvimos una charla muy amena, en la que él nos preguntó a cada uno el nombre, qué hacíamos, dónde vivíamos, por qué zona. Fue una charla muy relajada, él también nos explicó más allá que uno intuya cómo es el mundo Boca, nos puso un poco en órbita lo que significa trabajar acá y la trascendencia que tiene», explicó.
Ciavarella tiene un vínculo especial con la música y el rock. Fanático de Divididos, pasó de ser seguidor de la banda a hermano del baterista, Catriel. Además, él mismo es músico y tiene una banda, «No salgas con robots», aunque su trabajo a tiempo completo es el fútbol. Y en Boca, sabe que no hay tiempo para otra cosa. «Somos conscientes de que subimos a un samba, pero confiamos en nuestro cuerpo técnico y nuestro laburo».