El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, impuso un toque de queda en todo el país como parte de un estado de excepción declarado en medio de la persecución de un famoso narcotraficante. Se trata del líder de la mayor banda criminal del país, y su escape ya generó un repunte de violencia ante el secuestro de siete policías y un golpe comando en un canal de televisión.
En una fuga carcelaria, «Fito» Macías, sospechoso de conspirar para asesinar a la fiscal general Diana Salazar, escapó de una cárcel de Riobamba. Noboa emitió el decreto de emergencia el lunes después de que se descubriera que el líder de pandilla Adolfo Macías, conocido como Fito, había escapado de su celda en una penitenciaría de Guayaquil el día anterior, informó Bloomberg.
La violencia, que estalló al tiempo que el Gobierno aplica un plan de austeridad y se prepara para someter a referendo una serie de medidas de seguridad e inversión, hizo mella en el optimismo de los inversionistas. Los bonos soberanos con vencimiento en 2030 cayeron 0,5% el martes a 48,5 centavos por dólar.
“Se acabó el tiempo en el que los condenados por narcotráfico, sicariato y crimen organizado le dictaban al Gobierno de turno qué hacer”, dijo el presidente en una declaración difundida en redes sociales días antes de esta nueva crisis surgida el día de ayer.
Golpe comando al canal de televisión
Este martes, en la misma localidad de Guayaquil, un grupo de personas fuertemente armadas realiza un golpe comando a la Televisora TC mientras estaban en vivo. Se trataría de la pandilla de Los Lobos, quienes entraron de repente y tomaron de rehenes a periodistas, camarógrafos y demás empleados del canal. Uno de los criminales encapuchados habló ante la cámara y dijo: “Para que sepa que no se deben jugar con las mafias”.
Según TN, Ecuador advierte el cierre de uno de sus aeropuertos y un saqueo a un centro comercial, lo que da cuenta más que nunca del profundo desastre de la cartera de seguridad y la fragilidad actual del Estado. Su situación no es sólo vulnerable para el país, sino también para el resto de la región, ya que su ubicación estratégica facilita el curso de la red de narcotráfico.