Durante la gestión de Alberto Fernández hubo muchas medidas, sobre todo económicas, que no agradaron a la sociedad, que vio como la inflación se aceleró de manera repentina hasta el día de hoy. Sin embargo, en los últimos meses de su administración, cuando la falta de dólares ya era un problema serio para el Ministerio de Economía, el mandatario autorizó la compra de un nuevo avión presidencial que ahora Javier Milei evalúa vender.
La aeronave en cuestión es un Boeing 757-256 del año 2000. El Gobierno anterior se lo compró a la empresa C&L Aviatión Group un total de US$ 25 millones, de los que US$ 22.000.000 se pagaron en efectivo y se acordó la entrega del viejo Tango 01 como parte de pago. Esto sucedió en mayo del 2023 y luego de que le realicen algunas reformas y mantenimientos, llegó al país.
Desde ese momento, su uso fue limitado y en el comienzo de la gestión de Javier Milei directamente no fue utilizado. «El Presidente viaja en un avión de línea. En este viaje a Davos, era la opción más económica. Mientras haya varias opciones siempre se va a elegir por la más económica. Todo lo que implique un ahorro para el Estado siempre va a ser evaluado», aseguró el vocero presidencial, Manuel Adorni, en la conferencia de prensa de este viernes.
Teniendo en cuenta esto, el Gobierno evalúa poner a la venta el Boeing 757 que es utilizado como avión presidencial. Hay varios argumentos para ellos, como su exorbitante mantenimiento anual y que no tiene sentido tenerlo. Es por ello que le recomendaron a la secretaria general de Presidencia, Karina Milei, que lo subaste a través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado.
Cuánto genera de gastos el avión presidencial
Para calcular si es rentable o no la aeronave, el Gobierno realizó una rápida cuenta para medir sus costos. Todavía sin uso desde que asumió Javier Milei, el avión presidencial tiene unos gastos cercanos a los US$ 3.000.000 en los primeros seis meses del año. Esto es a raíz de los mantenimientos e inspecciones que deben realizarse a pesar de que no vuele.
Por ejemplo, la inspección mayor del Boeing cuesta US$ 2.00.000 más US$ 100.000 de la propia compañía. A eso se le suman US$ 700.000 en inspecciones menores y los gastos que genera semanalmente para mantenerlo operativo, lo que repersenta unos US$ 7.000 cada 30 minutos de vuelo para el avión que viaja hasta Europa sin escalas.