En medio de un panorama político que no deja de sorprender, el Gobierno nacional se encuentra inmerso en un proceso de evaluación de ofertas millonarias para la adquisición de maletines balísticos destinados a reforzar la seguridad en la Casa Militar y ampliar la capacidad de custodia del presidente Javier Milei.
Durante la ceremonia de asunción del mandatario de orientación libertaria, se hicieron evidentes los esfuerzos para garantizar la seguridad presidencial, con miembros de la custodia portando maletines balísticos, una medida que subraya la importancia atribuida a la integridad física del presidente y su equipo.
El proceso de compra se inició tres días antes del cambio de autoridades, cuando el entonces secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, lanzó una licitación para la adquisición de dos maletines balísticos. Estos dispositivos, valijas desplegables confeccionadas con material antibalas, están diseñados para proporcionar una línea de defensa considerable en caso de amenazas balísticas o de fragmentación.
Actualmente, la etapa de revisión de precios y productos está en curso como parte del proceso de transición, y se espera que en los próximos días se concrete la adquisición por parte de la Secretaría General de la Presidencia, a cargo de Karina Milei.
Las ofertas presentadas por diversas empresas varían significativamente en cuanto a costos. Desde los 1,6 millones de pesos presupuestados por la empresa Punto de Impacto SA, hasta los 20.759.990 pesos de la firma Siderworld SRL, pasando por los 4.611.898 pesos ofertados por Rosana María Leonor Pollero. Cada maletín balístico deberá cumplir con las especificaciones técnicas, regidas por la norma RENAR MA02, con un nivel de blindaje RB2 o superior, y confeccionado en cuero vacuno o símil de primera calidad de color oscuro.
Se destaca la necesidad de que los maletines puedan desplegarse con una sola mano, brindando una defensa eficaz ante posibles amenazas. El blindaje debe estar confeccionado con fibra SPE-212 polietileno de ultra alto peso molecular, con capas en toda la superficie de cobertura o de mejor calidad, informó NA.
Además de esta inversión en seguridad personal, la Secretaría General de la Presidencia también ha tomado medidas para garantizar la protección electrónica de las instalaciones oficiales más emblemáticas del país. A través de la Casa Militar, se ha prorrogado por seis meses el contrato para el mantenimiento del sistema de cámaras de seguridad en la Casa Rosada, el Museo del Bicentenario y la Residencia de Olivos, con un aumento del 60% en el costo, alcanzando un total de $30.360.000.
Asimismo, se evalúa la posibilidad de adquirir equipos de seguridad electrónica, incluyendo tres bases DMR-UHF con GPS, 56 radios UHF-GPS y tres repetidores de señal DMR-UHF-50W, con funciones avanzadas como la activación de alertas de hombre caído o detección de colisiones.
Estos movimientos económicos, aparentemente contradictorios con el discurso previo de austeridad, han generado cuestionamientos sobre la urgencia y la necesidad de estas inversiones en un momento político y económico tan particular. Mientras tanto, el presidente Milei y su equipo buscan asegurar un nivel óptimo de seguridad en su ejercicio gubernamental, incluso si ello implica una inversión significativa de recursos públicos.
