La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, siguió este miércoles de cerca los detalles del operativo montado ante la multitudinaria marcha de la Confederación General del Trabajo (CGT) al Congreso de la Nación, mediante el cual se cumplió el protocolo antipiquetes. A posterior, se reunió con el presidente Javier Milei en la Quinta de Olivos para hacer un balance de la jornada.
Tras seguir el operativo desde la sede central de la Policía Federal, como lo había hecho en la marcha de la CGT del 27 de diciembre pasado a Tribunales, la ministra se dirigió más tarde a la Residencia Presidencial para “para presentar un amplio informe al Presidente Milei”, consignó NA. Durante el encuentro, Bullrich destacó que “se alcanzaron los logros en materia de orden y seguridad para todos”.
La desconcentración de los manifestantes comenzó antes de las 15.00 y no se registraron incidentes, a diferencia de la marcha del 27 en la que hubo detenidos tras unos pequeños incidentes con efectivos policiales en la avenida Corrientes. Bullrich sostuvo que la movilización fue un “fracaso total” ya que “de 21 millones de trabajadores, sólo el 0,19 % se movilizó, si consideramos entre los trabajadores a La Cámpora y las organizaciones sociales. 40 mil personas”, escribió en X.
Más temprano, en declaraciones a la prensa al llegar al Departamento Central de Policía, la funcionaria había asegurado que el paro general de la CGT no tuvo un alto acatamiento y que “la mayoría de los argentinos” estaba trabajando. Así, Bullrich minimizó el paro general y señaló que pasó por una estación de servicio y por una fábrica donde estaban “trabajando con normalidad”.
Además, sostuvo que la gente pudo “circular con mínimas dificultades por el centro porteño”, ya que la única arteria congestionada por la marcha fue la avenida de Mayo, pero las avenidas 9 de Julio y Callao estuvieron despejadas. La ministra de Seguridad, en pleno desarrollo del protocolo anti-piquetes y un férreo operativo de seguridad en distintos puntos de la Ciudad, destacó que chateó con Milei, quien sabía que todo está “tranquilo”.