En una acción urgente, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) ha retirado del mercado argentino 60 mil bombillas de la marca Stanley debido a un riesgo potencial para la salud. El organismo del Estado detectó pequeñas piezas metálicas presentes en cinco modelos de bombillas que podrían provocar peligros para quienes las utilicen.
Stanley, la empresa fabricante, recientemente admitió el uso de plomo para sellar sus vasos, lo que generó preocupaciones sobre la seguridad de sus productos. La ANMAT ha tomado medidas proactivas para evitar riesgos adicionales a la salud de los consumidores y, a través del Boletín Oficial, ha instado a quienes posean bombillas de los lotes mencionados a devolverlas.
El origen del inconveniente se remonta al proceso de fabricación en China, donde, según informa la ANMAT, se produjo el error que afecta los modelos «cuchara» y «resorte de precisión». Estos modelos, distribuidos en los lotes B22, C22, D22, A23 y B23, han estado en circulación desde abril de 2022 hasta junio de 2023.
Opciones para los Consumidores Afectados
Ante la magnitud del problema, la ANMAT y la importadora han establecido opciones para los consumidores afectados. Aquellos que hayan adquirido bombillas de los lotes mencionados pueden optar por cambiar el producto defectuoso por uno nuevo o solicitar el reembolso del importe. La importancia de esta acción radica en prevenir cualquier riesgo potencial para la salud de los usuarios.
Dónde Encontrar la Información Relevante
En su comunicado, la ANMAT ha proporcionado detalles sobre cómo identificar las bombillas afectadas. Los consumidores deben verificar el número de lote, el cual está grabado en el tubo de la bombilla, justo debajo del nombre de la marca. Los lotes afectados son fácilmente identificables como B22, C22, D22, A23 y B23.
La ANMAT ha enfatizado la necesidad de devolver las bombillas defectuosas para evitar cualquier riesgo adicional para la salud de los consumidores. Se ha advertido que el uso de las bombillas con piezas metálicas desprendidas podría representar peligros, ya que existe la posibilidad de ingerir pequeños trozos de metal. La entidad nacional ha concluido su comunicado instando a los consumidores a abstenerse de utilizar los productos especificados.
