El Gobierno nacional está tanteando a los bancos para realizar un canje de la deuda en pesos con vencimiento este año, que podría superar el equivalente a US$ 71.000 millones de dólares. En este sentido, el ministro de Economía, Luis Caputo, busca limpiar del horizonte los vencimientos de corto plazo y bajar el costo financiero de la deuda en busca del equilibrio fiscal.
De lograrlo, sería el canje de bonos más grande de la historia argentina, según la agencia Bloomberg. La reunión con los bancos se llevó a cabo el jueves por la tarde y la encabezaron el ministro Caputo y el secretario de Hacienda, Pablo Quirno. Ambos le presentaron el plan a los representantes de bancos locales y extranjeros que operan en Argentina.
La propuesta implica la emisión de nuevos bonos en pesos en febrero para canjear los títulos con vencimiento en 2024. Así, el Gobierno propone un canje de deuda en pesos que podría superar el equivalente a US$ 71.000 millones. A los banqueros se les dijo que el déficit financiero se reduciría a cero en 2024, que el canje voluntario podría concretarse en febrero y para ello ofrecerá bonos vinculados al IPC, a fin de extender el calendario de vencimientos en moneda local en el corto plazo.
“Si el canje tiene éxito, sería la mayor refinanciación de deuda interna de Argentina en la historia”, consignó Bloomberg. Las conversaciones están en curso y los términos de la propuesta podrían cambiar. Los pagos de deuda del Tesoro argentino en moneda local para este año se estiman actualmente en 57,5 billones de pesos (unos US$ 71.000 millones al tipo de cambio oficial), según la corredora local GMA Capital.
Esto incluye títulos de corto plazo pagaderos con intereses vinculados a la inflación, el tipo de cambio y bonos de tasa fija, según GMA Capital, que estima que alrededor del 40% de esta deuda está en manos del sector privado, en lugar de en los bancos públicos, que generalmente se ven obligados por el Gobierno a refinanciar.
Caputo y Quirno precisaron a los directivos de los bancos que el canje será voluntario y que los bonos se adaptarán a las necesidades de los bancos, aunque se colocarán a precios de mercado. Las autoridades económicas propusieron la emisión de bonos vinculados a la inflación con vencimiento en 2025, 2026 y 2027 como una posible alternativa para el canje.