La Libertad Avanza comenzó a tener un peso dentro de la política hace pocos años, pero su crecimiento fue exponencial en los últimos meses. Es por eso que algunos de sus dirigentes no son tan reconocidos y que tienen historias particulares para comentar. Uno de estos casos es el de la diputada Lilia Lemoine, quien pregona las ideas de la libertad desde antes que Javier Milei de su gran salto a la fama.
La cosplayer reveló como es que decidió incursionar en la política y con esta orientación tan marcada: «Yo ya tenía mi paraíso artístico. Yo ya tenía ‘mi bar en la playa’, por decirlo de alguna manera. Y decidí abocarme a las ideas de la libertad porque me cansé de triunfar afuera de la Argentina«, aseguró la funcionaria al respecto.
Según Lilia Lemoine «poder traer dólares a la Argentina y no poder cambiarlos ni al valor real, ni poder importar cosas que me mandaban, ni poder exportar tranquilamente», la empujaron a trabajar en política con el fin de cambiar esas medidas. Justamente, los libertarios quieren el libre mercado, sin ninguna intervención estatal, lo que representa lo mencionado anteriormente.
«Visité más de 15 países, más de dos o tres veces cada uno, y tener que ver como a gente que hacía más o menos lo mismo que yo le iba muchísimo mejor, por las libertades que tenía para comerciar en su país, y yo acá con todas las posibilidades porque el argentino es creativo, es ingenioso», concluyó la funcionaria de La Libertad Avanza en TN.
¿De qué trabajaba antes Lilia Lemoine?
El nombre de Lilia Lemoine saltó a la fama a la par del de Javier Milei porque ella es su asesora de imagen, quien lo maquillaba y peinaba antes de salir al aire en los programas de televisión. Sin embargo, la profesión de la actual diputada de La Libertad Avanza es variada porque es una amante de los videojuegos, los efectos especiales y la informática en general.
Su hobby y trabajo es ser cosplayer. Esto consiste en la interpretación de personajes específicos de ficción, como superhéroes, y la interacción con comunidades de subculturas que centran su entretenimiento en juegos de interpretación de roles. A nivel mundial, esta es una tendencia que creció considerablemente a la par de la creación de videojuegos, rol que Lemoine también ocupó en empresas transnacionales.
