Este jueves 18 de enero se cumplen 9 años de la aparición sin vida del fiscal Alberto Nisman en su departamento de Puerto Madero. Los autores materiales de su asesinato siguen sin aparecer y los investigadores no logran avanzar con la causa. Ese día debía presentar unas pruebas contra Cristina Kirchner por un pacto con Irán para encubrir el atentado de la AMIA en la Argentina.
El fiscal de la Cámara Criminal y Correccional, Ricardo Sáenz, uno de los mayores impulsores de la marcha del silencio que se realizó en aquel momento en homenaje a su colega, señaló en Radio Mitre que el gobierno, en ese entonces de Cristina Kirchner, intentaba influir en las decisiones de la justicia.
Sáenz debió soportar amenazas contra él y su familia, ya que le aseguraban que «iba a terminar como Nisman». «Realmente la investigación se está prolongando. No es una crítica, debe ser una causa en este momento muy difícil de investigar. A mí ya a esta altura, nueve años después, lo que más me interesa es que quede claro que lo mataron, porque todavía se está poniendo en duda», expresó.
«Yo creo que está claro y además lo ha dicho la justicia», aseguró el fiscal. Si bien Sáenz no está a cargo de la investigación del asesinato, el fiscal indicó que se mantiene al tanto a través de distintas notas periodísticas. «El periodista Hugo Gambini sigue muy bien este caso y cada tanto nos presenta alguna nota que esclarece cómo está la investigación», explicó.
La noticia del asesinato
El fiscal recuerda que se enteró de la muerte de Nisman «por un amigo que trabajaba en la legislatura de la ciudad de Buenos Aires». «A la una de la mañana me llamó. El homicidio de Nisman es como el ataque a las Torres Gemelas, esas cosas que uno se acuerda qué estaba haciendo cuando se enteró», expresó.
En su recuerdo, Sáenz indicó que le contaron en aquel momento «que había pasado algo adentro del departamento. O sea, había transcurrido todo el domingo cuando se supone que el fiscal ya estaba fallecido, había entrecruzamiento ese día de llamados extraños, pero nadie sabía que el fiscal había muerto todavía. Se suponía que estaba durmiendo solo en su casa».
«La reacción fue muy loca. Empezaron a atacarlo. O sea, se empezaron a defender atacándolo. Se empezaron a defender como si lo hubiesen matado. Se defendieron de una forma durísima y atacándolo de una forma durísima. Desprestigiándolo, desprestigiando su denuncia, diciendo que era un bodoque, que le había hecho firmar a (exespía Jaime ) Stiusso», comentó Sáenz.
El fiscal recordó que también se descalificó la vida personal y privada de Nisman. «Se hicieron circular fotos, etcétera, etcétera. El gobierno tendría que haber sido el máximo interesado en que se esclarezca si fue asesinado o quién fue. Sobre todo para que se despejen dudas sobre las sospechas que había… contra el mismo gobierno», finalizó en comunicación con Radio Mitre.