La secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, lanzó la cancillería paralela en medio del ruido diplomático que generó Diana Mondino con China y habló con la mano derecha del mandatario de Ucrania, Volodimir Zelensky. Mondino quedó en el ojo de la tormenta tras empantanar las relaciones con los chinos.
Luego del gesto del diputado provincial Agustín Romo, que fue a recibir 300 panes dulces de Taiwán en la previa de la Navidad tras la decisión de del presidente chino Xi Jinping de rechazar la ampliación del Swap, la canciller recibió a la representante taiwanesa en nuestro país, Florencia Miao-hung Hsie, a finales de diciembre, confirmó La Política Online.
Se trató de un hecho inédito en la historia de la diplomacia argentina, la canciller rompió la tradición diplomática y se reunió en el Palacio San Martín con Hsie en una clara provocación que puede afectar sensiblemente el acceso a financiamiento y la postura que Argentina sostiene como es el principio de integridad territorial con el que el país defiende la soberanía de Malvinas y el principio de una sola China.
Mondino también recibió críticas luego de tildar de «socialista» el ataque narco que recibió el gobierno del ecuatoriano Daniel Noboa. Luego de los corcoveos de Mondino, la hermana del presidente y su secretaria general habló por teléfono con el jefe de la Presidencia de Ucrania, Andriy Yermak, en la que dialogaron sobre los acuerdos alcanzados entre Javier Milei y Zelensky durante su visita a la Argentina.
Los funcionarios conversaron sobre la importancia de intercambiar visitas de delegaciones gubernamentales en el futuro con el objetivo de continuar el diálogo y fortalecer el vínculo bilateral. Yermak y Milei destacaron la implementación de la Fórmula de Paz de Ucrania. Además, debatieron sobre la posibilidad de organizar una Cumbre Ucrania-América Latina, que fue apoyada por los presidentes de Argentina y Ucrania durante su reunión en Buenos Aires.
