El reciente cambio en el escenario económico de la Argentina con la llegada de Javier Milei ha dejado su huella en los hábitos de consumo de la clase media, llevando a un notable ajuste en el sector de combustibles. Tras la liberación de los precios en enero, un informe reveló que el consumo de nafta premium experimentó una caída significativa del 22,7% a nivel nacional, siendo la Ciudad de Buenos Aires la única excepción con un aumento del 6,7%.
Los datos de la consultora Politikon Chaco detallan que este fenómeno parece ser un reflejo de las crecientes presiones económicas sobre la clase media, que, en medio de la licuación de ingresos debido a la inflación, se ve forzada a recortar gastos, incluyendo el tipo de combustible que carga de vehículos.
A pesar de los importantes incrementos en los precios de la nafta en enero, las ventas de combustibles en todo el país sufrieron la contracción más significativa desde febrero de 2021, disminuyendo un 5,8% en comparación con el mismo período del año anterior.
El informe detalla que, mientras que el consumo de nafta en general disminuyó un 6,3%, las naftas premium fueron las más afectadas con una caída del 22,7%, mientras que la nafta súper registró un leve aumento del 0,1%. Este cambio sugiere que muchos usuarios, buscando ahorrar costos, optaron por un combustible de menor calidad, incluso a riesgo de afectar el rendimiento de sus vehículos, que en algunos casos requieren insumos de primera calidad para un mantenimiento óptimo.
Misiones y Formosa las provincias más afectadas por el aumento de la nafta
El aumento del precio de la nafta en enero, con un incremento del 27%, ha llevado a que el litro de nafta súper alcance los $699, mientras que la nafta premium se ubica en $862. Estos valores equivalen a aproximadamente u$s0,86 por litro y u$s1,06, respectivamente, en la Ciudad de Buenos Aires.
El estudio también resalta que, a nivel nacional, el 56% del total de combustibles vendidos en enero correspondió a naftas, frente al 44% de gasoil. En cuanto a las provincias, el informe indica que 22 de las 24 jurisdicciones registraron una dominancia de las naftas sobre el gasoil en términos de volumen de ventas, siendo la Ciudad de Buenos Aires la que exhibe la mayor concentración de ventas de naftas con el 74,6%.
En este cambiante escenario, el dilema económico entre el consumo de corto plazo y las inversiones a largo plazo se presenta de manera aguda, afectando no solo la elección del tipo de combustible, sino también otros aspectos del presupuesto familiar en medio de un contexto económico desafiante.