Ciudadanos rusos residentes en Buenos Aires realizaron el lunes una protesta frente a la embajada de su país en reclamo por la muerte del político opositor al gobierno de Vladimir Putin, Alexei Navalni. Los manifestantes se juntaron en la calle Rodríguez Peña al 1700, tras una convocatoria hecha por redes sociales y responsabilizaron a Putin por la muerte del abogado de 47 años.
La colectividad rusa en Argentina es la mayor de ese país en toda América Latina. Navalni, el opositor más acérrimo de Putin, se desplomó y murió el viernes tras un paseo por la colonia penal ártica «Lobo Polar», donde cumplía una condena de tres décadas de cárcel, informó el servicio penitenciario ruso.
La muerte de Navalni priva a la dispar oposición rusa de su líder más valiente y carismático, justo cuando Putins se prepara para unas elecciones que mantendrán al exespía de la KGB en el poder, al menos hasta 2030. Yulia Navalnaya, la viuda, acusó al presidente ruso por la muerte de su esposo en una prisión de Siberia. «Vladimir Putin mató a mi marido», expresó la mujer en las redes sociales.
Protestas en Europa
Cientos de manifestantes se congregaron el viernes en ciudades europeas para expresar su indignación por la muerte del crítico del Kremlin, coreando eslóganes críticos contra Vladimir Putin, a quien muchos culpan del fallecimiento del activista de 47 años.
En Berlín, una multitud se congregó frente a la embajada rusa en el bulevar Unter den Linden de la ciudad y coreó «Putin es un asesino» en una mezcla de ruso, alemán e inglés. Algunos corearon también «Putin a La Haya», en referencia al tribunal penal internacional que investiga posibles crímenes de guerra cometidos en Ucrania.
En París, un centenar de manifestantes se reunieron espontáneamente cerca de la embajada rusa. Muchos portaban pancartas en las que se leía «Putin asesino». Una treintena de personas se concentraron también cerca de la embajada rusa en Roma, entre ellas políticos de partidos verdes, centristas y proeuropeos, portando pancartas con mensajes como «Asesinato de Estado» y «Navalni asesinado, Putin criminal».
En Países Bajos, cientos de personas se congregaron en la céntrica plaza Dam de Ámsterdam, portando pancartas en las que se leía «Putin es un asesino», mientras que en La Haya más de un centenar de personas se concentraron ante la embajada rusa.