En medio de una escalada de precios que parece no tener tregua, ahorristas buscan estrategias para enfrentar una inflación que en enero cerraría en torno al 20%, según estimaciones de consultoras privadas. Desde la asunción de Javier Milei como presidente de la Argentina, el dólar sigue con la racha ganadora y parece ganarle al plazo fijo en pesos por un amplio margen.
En el caso de los plazos fijos, la tasa de interés anual alcanza el 110%. El que depositó $100.000 el 2 de enero, generó en 30 días un rendimiento de $9.041,10 obteniendo así un 9,04% de ganancia. Por supuesto, esta inversión no le estaría ganando a la inflación mensual estimada de ese mes que tiene como piso el 20%.
La opción más beneficiosa en enero fue la compraventa del dólar MEP en la bolsa. Accediendo a US$ 100 con 100.000 pesos el 2 de enero y vendiéndolos por unos $123.500 en el mercado informal el 2 de febrero, el ahorrista habría obtenido una ganancia total de 23,5%. Es importante aclarar que para acceder a esta cotización debe hacerse a través de una cuenta en la bolsa o mediante un banco que permita operar con este tipo de dólar que es totalmente legal.
El Gobierno de Javier Milei está por cumplir sus primeros 60 días de gestión y el dólar se mantiene como una opción de inversión conservadora más fuerte y resistente en comparación con el plazo fijo en pesos argentinos. La volatilidad económica, la devaluación y la escalada inflacionaria han contribuido a que muchos inversores vean al dólar como un refugio más seguro para preservar el valor de sus activos.
La opción de comprar dólares, ya sea a través de inversiones en el mercado formal o incluso en el mercado informal, sigue siendo atractiva para aquellos que buscan una cobertura frente a la inflación. La demanda del dólar como reserva de valor ha persistido en medio de la incertidumbre económica, y su fortaleza relativa se refleja en los rendimientos obtenidos por quienes optan por esta estrategia.
Era Milei: el plazo fijo en pesos pierde por goleada contra la inflación
Mientras que los plazos fijos ofrecen tasas de interés nominales elevadas, la realidad inflacionaria erosiona su capacidad para brindar una verdadera protección contra la pérdida de poder adquisitivo. En contraste, el dólar ha demostrado ser más resiliente en este entorno económico volátil, al menos hasta el momento.
