Javier Milei volvió al centro de un escándalo después de dar «me gusta» a una publicación que comparaba al gobernador de Chubut, Ignacio Torres, con una persona con discapacidad. Milei, recién llegado de su gira por Estados Unidos, ha avivado las llamas de la confrontación política con este nuevo acto que ha suscitado fuertes críticas y repudio generalizado.
La publicación en cuestión presentaba la imagen de Torres con una modificación en el rostro para compararlo con una persona con síndrome de Down. La foto era acompañada por una leyenda: «Nachito, abrí el Gmail». Este comentario sarcástico y despectivo generó una reacción inmediata por parte del chubutense, quien condenó la actitud discriminatoria y la falta de respeto hacia personas con discapacidad, así como hacia aquellos que no comparten las mismas ideas políticas.
En declaraciones, Torres expresó su indignación ante la conducta de Milei, cuestionando la cantidad de odio y resentimiento que puede albergar una persona para burlarse de un joven con síndrome de Down. «¿Qué ejemplo le da el presidente de la Nación a las nuevas generaciones? El ejemplo es la burla, el odio, el insulto», manifestó el dirigente del PRO, subrayando la gravedad del incidente y sus repercusiones sociales.
El repudio se extendió más allá de las filas políticas, con numerosos sectores de la sociedad condenando la actitud de Milei. Organizaciones de derechos humanos, grupos de inclusión y ciudadanos en general se unieron para expresar su rechazo a comportamientos que promueven la intolerancia y la discriminación.
Milei no se retracta
Hasta el momento, el economista libertario no ha emitido ninguna respuesta pública ante las críticas, lo que agrega más incertidumbre al episodio. Incluso, días atrás Milei le dio un like a otro meme donde la cara del gobernador Torres estaba sobre un cuerpo que parecía ser el de un menor y detrás estaban los periodistas de La Nación+ como adultos violentándolo.
Este nuevo episodio de confrontación política pone de relieve la importancia de promover un discurso público respetuoso y la necesidad de erradicar actitudes que contribuyan al odio y la división en la sociedad. El debate sobre los límites del discurso político y la responsabilidad de los líderes en el tono de la conversación pública se sigue intensificando.
