Muy fuerte fue lo que se vivió en DDM, el programa que lleva adelante Mariana Fabbiani a través de la pantalla de América TV. Allí se habló de la muerte de Camila Perissé, la reconocida actriz y bailarina que falleció este último martes después de atravesar por graves problemas de salud.
Fue su pareja quien habló con el mencionado ciclo. «Ayer nos entristeció mucho la noticia del fallecimiento de Camila Perissé. Había venido luchando mucho contra una enfermedad. Hay un pedido desesperado de su amor, que la acompañó hasta el último minuto. Estoy hablando de Julio el Chino Fernández, que desde hace muchos años estaba con Camila. Chino, qué difícil, lo sentimos mucho…», comenzó diciendo la conductora.
«Voy a cumplir las dos últimas cosas que pidió. Me pidió ser cremada, que sus cenizas las llevara a su antigua Playa de los Ingleses, hoy Playa Varese, porque ella nació ahí. La segunda cosa que me pidió, me va a llevar mucho trabajo, pero estoy en eso… tengo un bosquejo, no soy profesional, pero cuento con profesionales que me van a ayudar. Es plasmar lo que se va a llamar la Ley Camila Perissé. Fueron tres años de estar postrada por culpa de una médica de PAMI, por un mal diagnóstico, por una mala medicación, eso la destruyó. Un mes después apareció el covid y sucedieron muchas cosas. Cinco operaciones, tres infecciones urinarias, neumonías, dos covid, abandono de persona», comenzó diciendo él.
«Hace cuatro años Camila salía a correr, vivíamos en una chacra. Hacíamos teatro, teníamos un espectáculo… Un día comenzó con dolores articulares y calambres en los dedos. Hoy hay un juicio. Se constató que la mala praxis existió. En cinco minutos una doctora le dijo que tenía fibromialgia. Le dijo que era una enfermedad incurable. Le dio un medicamento sin pedirle un estudio. Le dio Pregabalina, una droga muy difícil de sacar del cuerpo», aseveró Julio Fernández delante de Mariana Fabbiani.
«Con el tiempo empezó a marearse. Un día se cayó y se quebró el fémur. Le pusieron tornillos y tuvo que estar en silla de ruedas. Meses después nos enteramos que lo que tenía era falta de cloruro de magnesio. El medicamento que le dieron trae severos mareos que puede traer accidente graves, y en muchos casos, puede traer problemas cognitivos. Lo tomó durante ocho meses, cuando pasaron los tres meses de su operación los tornillos se oxidaron y le necrosaron la cabeza del fémur, se le pudrió», comentó.
«Terminó con 35 kilos, intubada y con pérdida total de la memoria. Cuando vi que se estaba muriendo tenía una escara en el sacro… me la llevé a Mar del Plata, me dijo ‘quiero morirme en casa’. No me dejaban sacarla», dijo. «Uno de los médicos me dijo ‘no creo que soporte, le queda muy poco tiempo de vida. Vamos a hacer lo que se pueda’. Después de eso tardamos cinco minutos para que se cerrara el agujero que tenía», comentó Julio Fernández.