Fuertísimo. Así fue lo que se vivió en LAM, el programa que lleva adelante Ángel de Brito a través de la pantalla de América TV. Allí, se escuchó la historia de vida de Matilda Blanco, quien actualmente se está desempeñando como panelista del programa de espectáculos. Sin rodeos, relató lo que sucedió con su padre.
«Cuando se habla de la identidad… siempre se me viene a la cabeza todo lo que pasó mi papá… Lo tuve ausente pero lo pudimos recuperar. Éramos chicos cuando desaparece, se lo llevaron. Por cosas que tenían que ver. Para muchas amigas mi papá es un héroe porque ayudó a muchas personas que estaban sufriendo, a que pudieran salir del país», comenzó diciendo.
«Nosotros lo buscamos, teníamos mucha gente cercana, muchos amigos… pudimos saber dónde estaba mi papá. Estuvo en un centro de detención y cuando volvió había muchas cosas que no se contaban porque eran muy dolorosas y porque nosotros éramos chicos», dijo Matilda Blanco de manera contundente.
Entre lágrimas, la crítica de moda decidió ir por más. «Mi papá fue un héroe. No fue un tira bomba, fue un héroe, ayudó a mucha gente a sobrevivir. A él se lo llevaron de mi casa, nosotros estábamos durmiendo. Yo tengo ese recuerdo… Yo duermo con la luz encendida desde ese día. A él después lo trasladaron a una cárcel… en un momento pudimos ir a verlo, pero tampoco me acuerdo mucho. Pasó unos meses hasta que fue absuelto de culpa y cargo», sostuvo.
Inmediatamente, reveló lo que sucedió luego. «Mucho tiempo después mi papá falleció de cáncer… estaba muy pegado al corazón el cáncer que tenía. Cuando mi papá volvió fue una cosa rarísima, porque pasaron casi dos años, fue conocer de nuevo a mi papá. Yo entendí lo que pasó después de los 15 años. Para mí su enfermedad fue una consecuencia de lo que vivió», lanzó.
«Nosotros tratamos de ayudarlo bastante con su enfermedad, pero había una tristeza muy grande. Creo que tenía que ver con eso. Ahí te das cuenta de tanta gente, empiezan a aparecer los familiares, los que te quieren, los que te conocen. Había un momento en el que nosotros no teníamos para comer. En mi casa no había para comer… Mi mamá se las ingenió como pudo, trabajaba como podía», finalizó Matilda Blando entre lágrimas.