El primer mes del año 2024 dejó un amargo sabor para las pymes en la Argentina, ya que las ventas minoristas se desplomaron un 28,5% en comparación con enero del año anterior. Este escenario se vio agravado por escasas transacciones y una baja afluencia de público en los locales, marcando un inicio desafiante para el sector comercial y también para el Gobierno de Javier Milei que deberá resolver también la inflación y el retroceso de los salarios en el mediano plazo.
De acuerdo a datos proporcionados por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el sector textil emergió como una notable excepción, logrando un incremento del 0,9% en comparación con el mismo mes del año anterior. Este respiro se atribuye a ofertas atractivas y a compras significativas realizadas por turistas internacionales que recorrieron las ciudades argentinas. Un rayo de esperanza en medio de un panorama difícil para el comercio local.
Desde los comercios coinciden en que enero fue un «mes perdido» debido a la incertidumbre económica y al pronunciado aumento de precios que no fue acompañado por una suba contundente en los salarios. La creciente dificultad económica llevó a una selección más cuidadosa de compras por parte de los consumidores, priorizando las necesidades más urgentes para resguardar ingresos. La falta de confianza del consumidor se reflejó en una baja afluencia y transacciones comerciales.
A pesar de la caída en enero, se vislumbra una considerable demanda postergada, y se espera que parte de ella pueda recuperarse durante el mes de febrero. La incertidumbre persiste, pero la posibilidad de una recuperación parcial alienta las expectativas en el sector comercial.
El apretón monetario del equipo de Milei perjudicó fuertemente las ventas en enero
A pesar de la caída en enero, se vislumbra una considerable demanda postergada, y se espera que parte de ella pueda recuperarse durante el mes de febrero. La incertidumbre persiste, pero la posibilidad de una recuperación parcial alienta las expectativas en el sector comercial, aunque difícilmente se vea en febrero, ya que la mayoría de los salarios aún no se han actualizado, después de la megadevaluación en diciembre que llevó el dólar oficial de $360 a más de $820.
El sector de farmacias cayó un 45,8% con respecto al año pasado en el mismo mes; el consumo de alimentos y bebidas descendió un 37,1% interanual. La situación económica y las políticas de precios seguirán siendo determinantes para el desempeño del sector comercial en los próximos meses. La capacidad de adaptación y resiliencia de las pequeñas y medianas empresas será clave para enfrentar estos desafíos y buscar oportunidades de recuperación en un entorno económico complejo. Si Milei a nivel macroeconómico vuelve a aplicar una megadevaluación la caída continuará.