Este lunes, el presidente Javier Milei emprende su primera gira internacional por Israel, Roma y el Vaticano, que lo alejará del país por más de una semana, en medio del debate por la Ley Ómnibus, que ya obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados. Ahora al proyecto le espera la prueba más difícil: el Senado.
A pesar de sus compromisos, el mandatario y la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, quien formará parte de la delegación presidencial en el exterior, estarán al tanto de cada movimiento del oficialismo en el Congreso y de cada paso que dé el proyecto, publicó NA. Además, la comitiva estará integrada por el ministro del Interior, Guillermo Francos, y la canciller Diana Mondino.
Con la agenda oficial definida, pero en total secreto, se espera que durante el viaje, el presidente visite Jerusalén y Tel Aviv, con intenciones de demostrar su apoyo político al país frente a los ataques del grupo Hamás. Entre las actividades previstas, se espera que mantenga encuentros, por separado, con el presidente de Israel, Isaac Herzog y con el primer ministro, Benjamín Netanyahu.
El segundo destino de la gira será Roma, donde se reunirá con su par, la ultraderechista Giorgia Meloni, en el Palacio Chigi, la sede del Ejecutivo italiano. Según confirmó el vocero presidencial, Manuel Adorni, también estará presente el proximo 11 de febrero en la misa de canonización de la beata María Antonia Paz de Figueroa, «Mama Antula».
Para el 12 de febrero, Milei será recibido por el papa Francisco en una audiencia privada, lo que le permitiría además dejar atrás las peleas con la Iglesia Católica, luego de sus fuertes críticas contra Jorge Bergoglio en la campaña electoral. A mediados de enero, Francisco había adelantado que analiza viajar a la Argentina «en la segunda parte del año» y dijo estar preocupado por el país porque «la gente está sufriendo tanto».
De concretarse, esa incursión en el país sería la primera desde que Jorge Mario Bergoglio fue entronizado como el Papa número 266 de la Iglesia, en marzo de 2013. Esas palabras del Papa se habían dado horas después de que Milei lo invitara, por medio de una carta, a visitar el país tras considerar que su presencia «traerá frutos de pacificación y de hermanamiento de todos los argentinos» que se encuentran, expresó, «ansiosos de superar divisiones y enfrentamientos».