La esposa del difunto líder opositor ruso Alexei Navalni, Yulia Navalnaya, señaló este viernes al presidente Vladimir Putin y a su círculo cercano por la muerte de su esposo en prisión y aseguró que declarando que «no quedaran impunes». Durante una Conferencia de Seguridad de Múnich, Navalnaya invitó a la comunidad internacional a unirse en una fuerte oposición al régimen ruso.
A la vez, insistió que Putin debe «responder personalmente por las atrocidades que cometió en el país los últimos años». Alexei Navalni fue trasladado a una cárcel en el círculo polar ártico en el mes de diciembre. Su fallecimiento, tras sufrir un colapso y perder el conocimiento, llamó la atención en la comunidad internacional.
Desde la cárcel, el líder opositor invitó a votar en contra de Putin en las elecciones del 17 de marzo de 2024. Las causas exactas de su muerte aún se desconocen. Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, anunció que son los médicos quienes tienen que aclararlo.
La incertidumbre en torno a este hecho levanta sospechas y la atención global sobre la situación de los derechos humanos en Rusia y la seguridad de quienes desafían el régimen de Putin. Los líderes occidentales rindieron homenaje al valor de Navalni como luchador por la libertad. Algunos, sin citar pruebas, acusaron sin rodeos al Kremlin de asesinato y dijeron que Putin debía responder por la muerte, informó Reuters.
Un día antes de su muerte, Navalni se asomó a una ventana enrejada, riendo y haciendo bromas sobre sus fondos agotados y el salario del juez. «Señoría, le enviaré mi número de cuenta personal para que pueda utilizar su enorme salario como juez federal para ‘alimentar’ mi cuenta personal, porque me estoy quedando sin dinero», dijo a través de una conexión de video.
Marchas en Europa
Cientos de personas se congregaron este viernes en ciudades europeas para expresar su indignación por la muerte del líder opositor, coreando eslóganes críticos contra Putin, a quien muchos culpan del fallecimiento del activista. En Berlín, una multitud se congregó frente a la embajada rusa en el bulevar Unter den Linden de la ciudad y gritaron «Putin es un asesino» en una mezcla de ruso, alemán e inglés.
Algunos corearon también «Putin a La Haya», en referencia al tribunal penal internacional que investiga posibles crímenes de guerra cometidos en Ucrania. La policía utilizó barreras para cerrar el paso entre la embajada y la multitud. En París, un centenar de manifestantes se reunieron espontáneamente cerca de la embajada rusa. Muchos portaban pancartas en las que se leía «Putin asesino».