Un emocionante momento se vivió esta semana en LAM, el ciclo conducido por Ángel de Brito para América TV, con la presencia de Matías Bagnato. Se trata del único sobreviviente de la Masacre de Flores, la tragedia que tuvo lugar el 17 de febrero de 1994, en la que murieron sus padres, su hermanito y un amiguito que se había quedado a dormir.
Luego de 30 años en los que Matías Bagnato vivió con el miedo de que Frutuoso Álvarez González saliera de la cárcel y lo fuera a buscar, la paz le llegó en abril del año pasado con el fallecimiento del asesino de su familia. Ya más tranquilo, decidió enfocarse en su salud, por lo que llegó a bajar 40 kilos en menos de cinco meses.
En conversación con Ángel de Brito, Matías explicó cómo llevo a cabo este proceso y por qué canalizaba su angustia a través de la comida. “Costó decidirlo porque soy muy miedoso de las operaciones. Ya ni siquiera era un tema estético, era un tema de salud. Lo hablé con mi médico y me tiró la opción de un bypass gástrico como una solución. Son seis meses que me preparé para el momento de la cirugía. Esto te tiene que servir para generar un cambio de hábito”, explicó.
Matilda Blanco se sinceró con Ángel de Brito
Un fuerte testimonio se escuchó esta semana en LAM, el ciclo conducido por Ángel de Brito para América TV. Se trata de Matilda Blanco, quien decidió abrir su corazón frente a las angelitas tras escuchar las potentes declaraciones de María Eugenía Rito sobre las críticas a su cuerpo y su lucha contra las adicciones.
Sincera como nunca, Matilda Blanco reveló que sufrió de anorexia durante su juventud, y que todavía lucha con la propia mirada que tiene sobre su cuerpo. “Yo estuve un año y medio para subir un video y unas fotos a Instagram. Lo subí la semana pasada. Estaba en culote y con un corpiño. Me costó un año y medio porque me daba vergüenza”, contó la asesora de imagen.
«Yo tuve anorexia a los 19, 20 años. Me costó mucho hacerme amiga de la comida. Yo fui una de las únicas productoras de moda que nunca fue exigente con las modelos que venían a mis desfiles. Sé lo que es estar pensando en el cuerpo, ser obsesiva y estar siempre pensando en que estás gorda. Es muy terrible”, se sinceró Matilda Blanco. Luego, agregó: “Sufrí anorexia más de un año y medio. Tuve que ir a un médico. Lo que me ayudó fue la mirada de mis padres. Ellos me vieron y me llevaron a un médico”.