El presidente Javier Milei, desde Roma, exigió que los funcionarios del Poder Ejecutivo vinculados a gobernadores que rechazaron la «Ley Ómnibus» en Diputados renuncien a sus respectivos cargos o serán expulsados. El titular de la Anses, Osvaldo Giordano, es el más complicado, ya que su esposa, Alejandra Torres, es diputada nacional y votó en contra de la megareforma.
«Milei le dijo a un medio de comunicación que la decisión ya está tomada. Si no se van los funcionarios de este Gobierno que responden a los gobernadores, los bajo yo», expresó la periodista de A24, Catalina de Elía y agregó: «El presidente redobló la apuesta y dijo esto desde Roma».
Fuentes cercanas al jefe de Estado aseguran que estos cambios se implementarán una vez que Milei regrese a Buenos Aires, programado para el próximo martes. La posibilidad de una reestructuración en el equipo de gobierno ha generado especulaciones sobre los posibles destinos de aquellos funcionarios que podrían ser apartados de sus cargos.
Patricia Bullrich en la misma línea que Milei exige nuevos funcionarios del PRO
Paralelamente, Patricia Bullrich, ministra de Seguridad y presidenta del Consejo Nacional del PRO, ha planteado la posibilidad de un «nuevo rediseño político» que incluiría la integración del PRO al actual Gobierno. Bullrich destacó la afinidad de ideas entre el PRO y La Libertad Avanza, sugiriendo que ambos espacios están «caminando juntos».
«Pienso que es importante que toda la gente que esté en el Gobierno, sobre todo por la lucha que hay que dar, esté alineada con el Gobierno. No sé si Scioli está alineado. Hace muchos años que viene practicando una idea muy diferente. Toda su gente es la que el otro día se levantó a festejar que se hubiera votado en contra de la Ley Ómnibus. Entonces, ¿Qué es? ¿un premio personal? ¿Es un amigo? El Gobierno hoy tiene que alinearse políticamente. Esto no es un tema de amigos. Es un tema de que toda la gente tiene que defender una causa y jugarse por la causa», disparó Bullrich.
La decisión de Milei de realizar cambios en su gobierno evidencia la firmeza de sus convicciones y su voluntad de mantener coherencia en su equipo. Sin embargo, la cautela expresada por Bullrich también muestra la necesidad de un debate interno para garantizar que esta integración sea beneficiosa para ambas partes.