En un sorprendente giro de los acontecimientos, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, ha anunciado que la provincia se encuentra en la incapacidad de cumplir con el pago de su deuda en dólares. Este anuncio llega en un momento de crecientes tensiones entre el presidente Javier Milei y las provincias argentinas.
La deuda en cuestión corresponde a un bono «verde» emitido en 2017, por un total de US$200 millones, destinado a financiar el Parque Eólico. Este bono, que debía pagar US$26,2 millones este lunes, no ha podido ser honrado por La Rioja. El Ministerio de Hacienda de la provincia emitió un comunicado oficial detallando la situación: «El gobierno de la provincia de La Rioja informa que enfrenta limitaciones en su capacidad de pagar capital e intereses… bajo los bonos internacionales con vencimiento en 2028».
Desde el gobierno provincial se atribuyó esta situación a «desafíos económicos sin precedentes», haciendo hincapié en la contracción económica, la alta inflación y la devaluación del tipo de cambio. Además, el dirigente peronista de 63 años explicó que La Rioja no ha recibido los fondos coparticipables establecidos por ley, afectando la capacidad de la provincia para cubrir gastos esenciales.
En este contexto, la provincia buscará llegar a un acuerdo con los tenedores de bonos y ha contratado asesores financieros y legales para gestionar esta crisis financiera. Esta noticia agrega un nuevo capítulo a las tensiones existentes entre Milei y Quintela, quienes han protagonizado varios enfrentamientos en el pasado.
La respuesta de Milei al gobernador de La Rioja
Milei respondió previamente a los reclamos del gobernador, afirmando que «el gobernador recibe lo que tiene que recibir». Además el libertario dijo: «Si gasta plata contratando a Lali Espósito y después no le paga a los policías, no es un problema nuestro». Estas declaraciones hacían referencia a la situación financiera de La Rioja.
Es importante señalar que este bono ya había enfrentado problemas en el pasado, alcanzando un estado de default en agosto de 2020 y, posteriormente, logrando un acuerdo en agosto de 2021 después de enfrentar demandas de bonistas. La situación financiera de los riojanos plantea desafíos significativos, tanto a nivel local como en el contexto más amplio de la economía argentina.