Siempre en un ambiente muy ameno es lo que se genera en Noche Al Dente, el programa que lleva adelante Fer Dente a través de la pantalla de América TV. Esta vez, estuvo como invitado nada más y nada menos que Ricky Pashkus, uno de los directores y productores más importantes de nuestro país.
Allí, se encargó de recordar a uno de sus grandes amigos en el mundo del espectáculo, Enrique Pinti. «Amado Pinti… Me acuerdo que en general es un defecto, en él era una virtud, tenía respuesta para todos. Le venían preguntar sobre tal vedette, sobre tal cuestión política, y siempre era sensato», aseveró.
«Tenía un sentido tan amoroso de la vida, tan hermoso. En esas mesas donde íbamos siempre a cenar, para que la gente tenga una idea… íbamos a comer todas las noches al mismo lugar. Cuando él se iba de viaje durante dos o tres meses dejaba pago el restaurante durante tres meses para que todos los amigos nos reunamos alrededor», comentó.
Sin rodeos, y ante la mirada atenta de Fer Dente, continuó destacando la forma de ser de uno de los comediantes más importantes y talentosos que dio nuestro país. «En esa mesa se podía sentar Francella, una reina, un rey, o una de la persona de la calle al que invitaba. Era el ser más luminoso y más normal», dijo.
«En el teatro hay poca gente normal, y Pinti siempre fue muy respetuoso y normal. Se podía hablar con él de cualquier cosa. Tuvo un final doloroso. Toda la época de la pandemia fue muy dura para él… como a mucha gente, creo que ahí apareció un declive muy fuerte», aclaró el productor y director.
Además, se encargó de hablar de otra de las grandes figuras con las que trabajó. «Yo tuve una muy buena relación con Tato Bores en el programa. El entrenamiento que me dio él como monologuista… yo estaba ahí en la cámara. De espaldas, yo bailaba y él me copiaba los movimientos que yo hacía. Él me enseñó muchísimo. Cuando entré con Pinti ya tenía esa historia. Pinti tenía una enorme ansiedad por ser teatral. La gente iba a escucharlo a hablar a él», comentó.