Alberto Fernández defendió al actual presidente de Colombia, Gustavo Petro, y también al mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador de los insultos que recibieron por parte de Javier Milei. Fernández calificó como «absolutamente inadmisible» la actitud descalificadora de Milei, destacando que los líderes democráticamente electos merecen respeto y consideración.
En un comunicado a través de Twitter, el dirigente peronista de 64 años expresó su solidaridad con el mandatario colombiano y señaló: «Lamento y rechazo categóricamente las declaraciones del presidente Javier Milei, quien ha maltratado al presidente de Colombia, Gustavo Petro. Mi solidaridad con el presidente del pueblo colombiano».
«Es absolutamente inadmisible la manera despectiva y descalificadora como el presidente argentino se expresa de presidentes legítimamente elegidos por sus pueblos y que son líderes reconocidos en toda Latinoamérica», prosiguió el abogado y docente universitario. Milei había calificado a Petro de «asesino» y de «terrorista» por haber sido parte de la guerrilla colombiana de izquierda M-19 entre las décadas de los 70 y los 90.
Luego, el actual presidente del Partido Justicialista defendió al mandatario de México y relató: «Las palabras despectivas del presidente argentino hacia el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, son inaceptables. Mi amistad sincera y mi solidaridad hacia López Obrador. Rechazo rotundamente aquellas expresiones que una vez más reflejan su soberbia, su aislamiento y desprecio a nuestros hermanos latinoamericanos».
El presidente de México había calificado a Javier Milei, en el balotaje presidencial de la Argentina del 2023, como un «facho conservador», tras sus duras críticas al Papa Francisco. Por otro lado, el colombiano Petro comparó a Milei con Hitler después de que el economista dijera que los socialistas son «basura» y «excremento humano».
Petro retiró la embajada de Argentina en Colombia
Las declaraciones descalificadoras y los ataques personales no solo afectan la imagen de los involucrados, sino que también pueden socavar la confianza en las instituciones democráticas y dificultar el diálogo constructivo entre diferentes corrientes políticas. Ahora, Petro decidió expulsar de Colombia a los diplomáticos argentinos y al embajador, lo mismo hizo con sus políticos compatriotas políticos en la Argentina.