En un capítulo más de la complicada trama legal que rodea a Gabriel Carrizo, conocido como el líder de la banda de «Los Copitos», se ha producido un nuevo revés judicial. Carrizo, quien ya enfrenta cargos por ser partícipe en el plan de intento de homicidio contra Cristina Kirchner en Recoleta, ha sufrido otro embate en la causa en la que fue condenado por la tenencia ilegal de dos DNI ajenos.
De acuerdo a datos de la agencia NA, la condena original, dictada a finales de 2023 por el juez del Tribunal Oral Federal de San Martín, Matías Alejandro Mancini, fue de un año de prisión en suspenso. Sin embargo, antes del inicio del juicio, el abogado de Carrizo, Gastón Marano, solicitó una probation para evitar la condena. A pesar de este pedido, el juez Mancini procedió con el juicio, resultando en la condena.
En un intento por revertir la situación, el abogado Marano recusó al juez Mancini, argumentando que continuó el juicio a pesar de la solicitud de probation pendiente, que tenía dos instancias de apelación por delante: la Casación y la Corte Suprema de Justicia.
Cristina sonríe: la defensa de Carrizo no pudo revertir la situación judicial
La recusación fue rechazada por el juez Mancini, y la Casación, en un fallo unipersonal de Javier Carbajo, respaldó la decisión, destacando que las resoluciones sobre recusaciones no son susceptibles de ser impugnadas ante esa instancia.
La defensa de Carrizo había alegado «temor fundado de parcialidad» por parte del juez Mancini, señalando que antes del inicio del juicio, la parte había sido amonestada por no notificar adecuadamente a los testigos de su citación. La Casación, sin embargo, consideró que la actuación del juez no constituía una causal de apartamiento, sino que debía basarse en casos de arbitrariedad o carencia de fundamentación.
Este nuevo revés judicial agrega más complejidad al panorama legal de Gabriel Carrizo, cuyo liderazgo en «Los Copitos» ahora se ve empañado por las consecuencias de sus acciones fuera del mundo de los vendedores de algodón de azúcar.