Desde el inicio del año 1993, la Argentina ha enfrentado un recurrente patrón de recesiones, con episodios marcados por complejidades económicas particulares. El Producto Bruto Interno (PBI) permanece estancado, sin experimentar crecimiento desde el año 2011, y su evolución se caracteriza por fluctuaciones muy irregulares. El desafío de Javier Milei para reestablecer la economía podría llevar 2 años.
De acuerdo a un informe GMA Capital, la recesión más profunda en la historia reciente de la Argentina se suscitó tras la salida del régimen de Convertibilidad. Aunque no se incluye en este análisis la crisis de 2018, la cual nunca experimentó una recuperación sostenida debido a la irrupción de la pandemia en febrero de 2020.
Un reciente informe de contextualiza este panorama, describiendo la situación del país como «postrada» desde hace más de una década. La experiencia económica de diciembre de 2000 requirió 47 meses para retornar a los niveles iniciales de PBI. Durante este período, se atravesaron 15 meses de contracción significativa, con una disminución del 18% desde el pico, equivalente a una reducción mensual de 1.3%.
El impacto inicial de la pandemia en 2020, aunque breve en duración, fue sustancial, con una contracción económica del 25% en tan solo tres meses. Este descenso abrupto fue seguido por una recuperación igualmente veloz, dando lugar a lo que se describe como una «salida en V».
GMA Capital también señala otras experiencias económicas que adoptan diferentes patrones, representados por letras del abecedario. Algunas, como los años 2008 y 1995, siguen una forma de «W», con la actividad experimentando descensos, recuperándose y luego cayendo nuevamente antes de la recuperación sostenida. Otras, como los periodos 2013-14 y 2015-16, se asemejan a una «U», suavizando tanto la caída como el ascenso.
La resaca inflacionaria que atraviesa la Argentina producto de la gestión de Sergio Massa como ministro de Economía
La última experiencia económica, iniciada en julio de 2022, aún se encuentra en desarrollo. Factores como la sequía en mayo de 2023 y la intervención de las autoridades mediante políticas fiscal y monetaria expansivas previas a las elecciones influyeron en su trayectoria. No obstante, la abrupta finalización de estas medidas, tras los comicios, dio lugar a lo que se describe como una «resaca inflacionaria», contribuyendo a que Argentina ostente el título de la economía con mayor inflación a nivel mundial en 2023, según destaca GMA Capital.