Este lunes, el Consejo de Seguridad de la ONU exigió un alto el fuego inmediato entre Israel y los militantes palestinos de Hamás, así como la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes, después de que Estados Unidos se abstuvo en la votación. Los 14 miembros restantes del Consejo votaron a favor de la resolución, propuesta por los 10 miembros electos del organismo.
Washington se había mostrado contrario a la palabra alto el fuego en los primeros compases de la guerra de casi seis meses en la Franja de Gaza y había utilizado su derecho de veto para proteger a Israel en sus represalias contra Hamás por un ataque del 7 de octubre en el que, según el Estado judío, murieron 1.200 personas.
Pero en medio de la creciente presión mundial en favor de una tregua en la guerra que ha matado a más de 32.000 palestinos, Estados Unidos se abstuvo en la votación para permitir que el Consejo de Seguridad exigiera un alto el fuego inmediato durante el mes de ayuno musulmán del Ramadán, que termina en dos semanas.
También exige la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes. Tel Aviv afirma que Hamás tomó 253 rehenes. La resolución del Consejo de Seguridad también «subraya la urgente necesidad de ampliar el flujo de ayuda humanitaria y reforzar la protección de los civiles en toda la Franja de Gaza y reitera su exigencia de que se levanten todas las barreras a la prestación de ayuda humanitaria a escala», replicó Reuters.
El gobierno estadounidense ha vetado tres proyectos de resolución del Consejo sobre la guerra en el enclave palestino. También se ha abstenido en dos ocasiones anteriores, lo que ha permitido al cuerpo aprobar resoluciones que pretendían aumentar la ayuda a Gaza y pedían pausas prolongadas en los combates. Rusia y China también han vetado dos proyectos de resolución estadounidenses sobre el conflicto, en octubre y el viernes.