El político opositor ruso Alexéi Navalni será enterrado este viernes en Moscú en medio de fuertes medidas de seguridad y el temor a una represión policial, dos semanas después de su repentina muerte a los 47 años en una colonia penal del Ártico.
Los aliados de Navalni —que han prometido retransmitir en directo por internet los acontecimientos del día— han acusado al presidente Vladimir Putin de haberle mandado asesinar porque, supuestamente, el dirigente ruso no podía tolerar la idea de que el opositor fuera liberado en un posible canje de prisioneros.
No han publicado pruebas que respalden esa acusación, pero han prometido explicar cómo fue asesinado y por quién. El Kremlin ha negado la implicación del Estado en su muerte y ha dicho que desconoce cualquier acuerdo para liberar a Navalni. Su certificado de defunción, según sus partidarios, dice que murió de causas naturales.
Está previsto que se celebre un servicio religioso por Navalni a las 14.00 hora local en la Iglesia del Icono de la Madre de Dios, en el distrito moscovita de Marino, donde vivía Navalni. Está previsto que sea enterrado en el cementerio de Borisovskoye, a unos 2,5 kilómetros de distancia, al otro lado del río Moscova, dos horas más tarde, informó Reuters.
Este viernes por la mañana había fuertes medidas de seguridad en la iglesia, que estaba rodeada de barreras metálicas y con decenas de vehículos policiales aparcados en las inmediaciones. La esposa de Navalni, Yulia, con quien tuvo dos hijos, ha declarado que no está segura de si el funeral transcurrirá pacíficamente o si la policía detendrá a los asistentes. Se encuentra fuera de Rusia.
Se espera que la madre de Navalni, Liudmila, de 69 años, asista a su funeral. No está claro a quién más se permitirá entrar en la iglesia para el servicio. El líder opositor era cristiano y condenó la decisión de Putin de enviar decenas de miles de tropas a Ucrania como una empresa descabellada construida sobre mentiras. Pero la iglesia que acogerá su funeral ha hecho donaciones al ejército ruso y ha anunciado con entusiasmo su apoyo a la guerra.