Daniel Funes de Rioja, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) blanqueó que el levantamiento del cepo es una de las metas a corto plazo, medida se planea cumplir a mitad de año: «Es un tema muy prioritario». Asimismo, habló de las conversaciones que se dieron entre el mandatario Javier Milei y el Grupo de los Seis, del cual Funes de Rioja es miembro. Allí, se dialogó sobre los lineamientos, los logros y los objetivos a futuro.
Acorde precisó en Radio Mitre, la reunión duró más de dos horas. En ella, el presidente “explicó los lineamientos de su estrategia macroeconómica, los logros obtenidos, los desafíos que quedan por delante y la ratificación de un compromiso muy fuerte de equilibrio de las cuentas públicas”, además de conversar acerca de las relaciones internacionales.
A su vez, el titular de la UIA destacó que la gestión libertaria quiere levantar el cepo “lo más rápido posible” para adquirir competitividad y reducir la presión fiscal en el mercado interno. “Hay muchos que dijeron que ya se podía levantar pero él piensa que hay que encontrar un equilibrio, no quiere dar ningún paso en falso. Es un tema muy prioritario”, indicó, admitiendo que se trata de un gran desafío al igual que la reducción de inflación y la reducción de impuestos, que beneficiaría sobre todo a las pymes.
Durante las conversaciones, Javier Milei mencionó que el Gobierno está “acumulando divisas y resolviendo problemas coyunturales” vinculados a los tratamientos legislativos de la Ley Ómnibus y el DNU. Según Funes de Rioja, el jefe de Estado está dispuesto a encontrar «soluciones comunes»: “En la estrategia del Gobierno está que la producción y el empleo tengan un lugar prioritario, eso significa eliminar o disminuir el impacto de esa recesión que se está viviendo”.
¿Qué pasa con la dolarización según la UIA?
Con respecto a esta conversión, que es una de las promesas que el presidente realizó en campaña, el titular de la UIA dijo “se habló de canasta de monedas, de convivencia, pero no de la etapa institucional de la dolarización”. Aun así, opinó que existirá «una tendencia natural» a la dolarización.
A diferencia del “1 a 1? de la época de Menem, explicó que en este caso el valor de las monedas no será rígido sino “como el mercado diga”, es decir, no atado a una moneda. Ejemplificó con el sistema utilizado por Uruguay, donde circula su propia moneda y la divisa estadounidense.