La casa de Gran Hermano está cada vez más tensa. Es que, durante las últimas semanas hubo varios cruces entre distintos participantes. Sin embargo, todo cambió el fin de semana, cuando Furia y Agostina se enfrentaron y se dijeron de todo. Frente a esto, Juliana decidió hablar de lo sucedido con sus compañeros, y se mostró tajante al respecto.
El sábado por la noche, en la cena de nominados, Furia tuvo un duro e intenso intercambio con Lisandro y Agostina. En este sentido, Juliana tildó a Licha de narcisista y falso. Rápidamente, Agostina se sumó a la discusión y «Furia» terminó amenazando a ambos. «Te voy a matar, flaco. Te lo digo así. Y a vos afuera te hago mierda«, sentenció Juliana.
En este contexto, luego de ser salvada por el público, Agostina expresó su deseo de irse. Por lo que, cuando se supo que el eliminado era Lisandro, la participante sentenció: «Decido abandonar la casa en este momento. Yo no voy a vivir con una mina que me amenaza de muerte, de ninguna manera«. Luego de conversar con Santiago del Moro, la participante se mantuvo firme en su postura y terminó abandonando la casa.
A pocos días de este hecho, Furia decidió sincerarse al hablar del cruce con Agostina. «Jamás le pegaría a una mujer. Es más, tuve que dejar taekwondo porque mi profe me quería hacer entrenar con una mina grande y que le pegue… no. Para mí, el contacto tiene que ser porque te están robando, o sea, tengo que llegar a un punto límite para pegarte«, compartió Juliana.
«Pero creo que hay cosas antes, se puede hablar. Aparte soy instructora de combate, tengo la mano prohibida, literal. Yo sé golpear a alguien, sabemos cómo pero no tenemos el derecho de pegar a alguien porque quizás lo podes matar. También soy doble de riesgo, o sea, sé disparar armas, pero es para actuar», explicó Furia frente a sus compañeros.
Rápidamente, sentenció: «Acá de todo se agarran, es una macana porque das un poco de información de tu vida y ya la tergiversan». Entonces, volvió a la pelea con Agostina y expresó: «Creo que se fue todo un poco de las manos. Ya los últimos días trataba de aislarme acá adentro. Ella estaba ahí (lejos) y empezaba para que la escuches que está, ese tipo de personalidad de ‘estoy, observenme’. Ya sé que estás, no tengo ganas de escucharte y voy a seguir viviendo en la casa».