Hacer el gol de tu vida, contra River, para ganar… y terminar siendo expulsado porque te sacaste la camiseta y dejaste a tu equipo con uno menos. Walter Mazzantti fue el héroe de la victoria de Huracán ante el Millonario el viernes por la noche en Parque Patricios. Pero bien pudo haber sido el villano por el insólito descuido que tuvo durante el festejo del gol del triunfo.
Huracán le plantó un gran partido a River, si bien en algunos tramos fue superado y debió resistir los embates del equipo de Martín Demichelis, especialmente en el segundo tiempo. Pero a falta de 12 minutos, en un gran contraataque, Mazzanti quedó corriendo mano a mano con Nicolás Fonseca, le ganó en velocidad y superó con una definición notable a Franco Armani para poner el 1 a 0 del partido. Pero cometió un error.
En la jugada previa al gol, Mazzantti había cometido una dura falta que ameritó la tarjeta amarilla de Leandro Rey Hilfer, el árbitro del partido. Pero tras el gol, el delantero se olvidó de eso y se sacó la camiseta para celebrar. Lógicamente, el árbitro le sacó la segunda amarilla por esto. Y tanto el futbolista, como el entrenador Frank Darío Kudelka, no lo podían creer.
«Estaba tan contento… Me puse triste porque dejo a mis compañeros con uno menos ante un rival difícil. A aprender…», dijo Mazzantti en zona mixta luego del partido. El delantero tuvo un lapsus y en medio de la euforia se olvidó de que estaba amonestado. «No me di cuenta. Me di cuenta cuando vuelvo del festejo y estaba tan contento que me olvidé. Frank me felicitó por el gol. Le pedí disculpas. Me dijo que esté tranquilo, pero que tenemos que pensar más en esas cosas», afirmó.
Para suerte de Mazzantti, River no llegó al empate y Huracán aguantó el triunfo para celebrar una victoria muy importante para sumar puntos y salir del fondo de la tabla en la zona A. «No podíamos ganar. Veníamos jugando bien y no se nos daban los resultados. Ganar jugando en casa ante un rival como River es mucho más merecido para nosotros», dijo Mazzantti, feliz y triste por hacer el gol de su vida y terminar expulsado.