La llegada de los nuevos participantes a la casa de Gran Hermano generaron mucha revolución, tanto dentro de como fuera del reality. Sobre todo, la participación de Damián, que apenas llegó se puso en contra a todos sus compañeros, por su pelea con Catalina. Sin embargo, el jugador decidió abrirse y compartir su dura historia de vida.
«Mi viejo era un chabón muy mujeriego. Cuando yo cumplí un año, mi viejo me fue a reconocer. Y en ese día, en mi cumpleaños número uno, me fui a vivir al barrio, yo vivía con mi mamá en otro lado. Mi mamá hasta el momento de mi cumpleaños no le había dicho a mi viejo que yo era hijo de él», comenzó compartiendo Damián, en una charla con Darío.
Luego, decidió contar: «Mi viejo vivía, porque falleció, con el hermano, que en ese tiempo el hermano estaba un poco mal, perdido en las drogas y todo eso». En ese momento, sorprendió al revelar: «Mis viejos están juntos todavía, mi vieja se bancó de todas para estar con mi papá, lo quiere mucho. Mi mamá me tuvo a los diecisiete a mí».
Sin dudarlo, Damián afirmó: «Hoy no puedo recriminarle nada, es una excelente tipo, fue un excelente padre, jamás me faltó nada, pero tuvo su pasado bastante pesadito«. Posteriormente, Mauro le preguntó si lo ve seguido a su papá y el jugador compartió: «Vivimos todos juntos. Gracias a mi mamá y a mi papá salimos bastante derecho, porque podríamos haber sido cualquier cosa en la vida«.
«Tengo amigos de mi edad que están muertos ya«, confesó angustiado el participante. Finalmente, Damián compartió con sus compañeros: «Mi vieja siempre fue muy afectuosa, muy presente. Tiene cuarenta y seis años. Ahora está peleando con cáncer, es una persona muy fuerte, que siempre ella misma nos empuja a nosotros para que no nos caigamos«.