El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, visitaban el miércoles el puerto de Odesa, en el Mar Negro, cuando un misil ruso impactó en la infraestructura, lo suficientemente cerca como para que los dirigentes vieran el ataque.
El ataque, que según un portavoz de la marina ucraniana mató a cinco personas, se produjo a una distancia estimada de entre 500 y 800 metros de las delegaciones. «Me parece que no solo hemos oído, sino que hemos visto este ataque hoy», declaró Zelenski. «Ya ven con quién estamos tratando, no les importa dónde golpear», agregó.
La fuerza aérea ucraniana anunció en la mañana del miércoles que había una amenaza de misil balístico en la región, pero no hubo informes oficiales hasta la rueda de prensa, después de que los líderes inspeccionaran el puerto y el corredor humanitario ucraniano para las exportaciones marítimas.
Mitsotakis, en su primera visita al país desde la invasión rusa en febrero de 2022, manifestó que durante el recorrido la delegación escuchó sirenas y una gran explosión. «Creo que este es para nosotros el recordatorio más vívido de que aquí se está librando una verdadera guerra», afirmó, e instó a otros líderes europeos a visitar Ucrania, informó Reuters.
Además, confirmó el apoyo continuado a Ucrania por parte de Grecia, miembro de la OTAN y tradicional aliado de ese país, en su intento de ingresar en la alianza militar y en la Unión Europea. El Ministerio de Defensa ruso declaró que sus tropas habían atacado un hangar que albergaba drones navales ucranianos en el puerto, y añadió que «el objetivo se ha cumplido».