El Ministerio de Salud de la Argentina anunció hoy la implementación obligatoria de la receta médica electrónica a partir del 1° de julio, dejando atrás la tradicional orden manuscrita. Este cambio, establecido mediante el decreto 345/2024, afecta tanto a la prescripción de medicamentos como a las órdenes de estudios y prácticas médicas.
El decreto, fechado el viernes y publicado hoy en el Boletín Oficial, representa una readecuación de la reglamentación de la ley 27.553 de Recetas electrónicas o digitales, promovida en el entorno de la exministra de Salud, Carla Vizzotti, quien fue parte del Gobierno de Alberto Fernández. Se enfatiza que las implementaciones actuales de receta electrónica y/o digital continuarán vigentes siempre que cumplan con los requisitos establecidos.
La orden del Gobierno nacional establece la obligatoriedad de la receta electrónica y/o digital como el medio para la prescripción de medicamentos, órdenes de estudios, prácticas y cualquier otra indicación por parte de los profesionales de la salud en todo el territorio argentino.
¿Cómo funcionará las recetas electrónicas con el nuevo sistema del Ministerio de Salud?
Una de las novedades destacadas es la creación de un registro de plataformas para la elaboración de recetas electrónicas, con el fin de garantizar el manejo adecuado de los datos personales de los pacientes. El decreto también invita a las autoridades jurisdiccionales a adherir a la utilización de la Licencia Sanitaria Federal para instrumentar la prescripción de la receta digital o electrónica.
Se establece que el registro recetario debe ser firmado diariamente por el Director Técnico de la farmacia para garantizar su seguridad, inalterabilidad e integralidad. Asimismo, se menciona que la informatización de las recetas y órdenes médicas optimiza los procesos asistenciales, incrementa la calidad brindada, reduce costos innecesarios al Sistema de Salud y avanza hacia la digitalización y modernización del sistema.
En definitiva, la digitalización de las recetas y órdenes médicas se presenta como una medida clave para optimizar la calidad de la atención, reducir costos y avanzar hacia un sistema de salud más moderno y eficiente en beneficio de todos los argentinos.
