La expresidenta Cristina Kirchner evalúa convertirse en querellante en la causa en la que se investiga qué pasó con el teléfono de Fernando Sabag Montiel, el hombre que el 1 de setiembre de 2022 intentó asesinarla de un disparo en la cabeza pero el disparo no salió.
Según NA, fuentes judiciales dijeron que la ex mandataria resolverá en los próximos días si se presenta en tal calidad, sobre todo después de la declaración como testigo de Sabag Montiel, ocurrida la semana anterior. El frustrado magnicida declaró que, según su opinión, “Cristina le pagó a (la jueza María Eugenia) Capuchetti para que borrara el teléfono”.
La investigación está a cargo de la jueza María Servini y es el resultado de una investigación que llevó adelante el difunto fiscal Federico Delgado. En ese expediente, la jueza Servini llamó a indagatoria a tres efectivos de fuerzas de seguridad: el cabo Alejandro Heredia, de la Policía Federal, y la principal Camila Dafne Sereny y el subinspector Pablo Kaplan, ambos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Tras esas indagatorias, la juez está en condiciones de resolver sus situaciones procesales y, sobre esa base, avanzar en eventuales líneas de responsabilidad aún no exploradas. Cristina Kirchner tiene, entre el abanico de parámetros a evaluar, la resolución de la situación procesal de los hasta ahora imputados para involucrarse directamente en la causa e impulsar nuevas líneas de investigación.
Semanas atrás, la Cámara Federal de Casación ratificó a dos de los jueces que intervendrán en el juicio oral por el atentado contra Cristina Kirchner, quienes habían sido objetados por la defensa del jefe de “los copitos”, Gabriel Carrizo, por “kirchneristas”. El máximo tribunal penal del país rechazó el recurso interpuesto por la defensa de Carrizo, a cargo del penalista Gastón Marano, contra los jueces Sabrina Namer y Adrián Grünberg.