En medio de la interna del peronismo bonaerense, Axel Kicillof visitó dos municipios gestionados por La Cámpora, Quilmes y Hurlingham, en lo que se interpretó como un gesto de distensión con la agrupación que conduce Máximo Kirchner. Pero las tensiones fueron evidentes con la intendente Mayra Mendoza, quien permaneció con gesto adusto ante las interacciones con el gobernador.
En la agenda, también se le dio preponderancia a actividades que tienen que ver con políticas desarrolladas desde ministerios liderados por camporistas, tal como sucedió en la entrega de escrituras de viviendas con Juan Martín Mena (Justicia) y la entrega de tres nuevos camiones para el Ecoparque de Quilmes con Daniela Vilar (Ambiente), informó La Política Online.
Feroz interna
Luego de visitar Quilmes, Kicillof se dirigió a Hurlingham, donde inauguró un Centro de Salud Mental con el camporista Damián Selci, quien también resignó las sonrisas en las fotos con el gobernador. El pico de tensión se produjo a inicios de esta semana cuando trascendieron las incendiarias declaraciones del ‘Cuervo’ Larroque: «¿Qué es la conducción de Cristina? ¿Que tres ñatos te manden un WhatsApp?».
«No quiero esa conducción de Cristina, quiero la conducción con movimiento popular», agregó durante un acto en la Quinta de San Vicente. En ese momento, lo acompañaban piezas centrales del armado de Kicillof como los intendentes Mario Secco y Jorge Ferraresi, que viene de protagonizar un choque de igual magnitud con Máximo Kirchner.
También alineado con Kicillof, Secco respaldó los dichos de Larroque y fue por más: «No es bueno que Cristina mande mensajes por WhatsApp a través de otros compañeros que no respetan a algunos, eso te hace calentar», expresó. Tras escuchar estas palabras, Mayra Mendoza salió al cruce: «No tengo palabras ante esa falta de respeto», dijo. La intendente de Quilmes es la candidata de Máximo para pelear la gobernación en el 2027 y forma parte de La Cámpora.