Este martes, el oficialismo se prepara para volver al Congreso con la Ley Ómnibus y el Mega DNU. La maquinaria de negociación política está en marcha. La muestra de ello son las permanentes reuniones que ministros y funcionarios con la oposición, que tiene la llave para alumbrar la media sanción que les fue esquiva durante el verano.
Uno de esos encuentros tuvo lugar el lunes en la Casa Rosada, donde el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, recibieron al jefe del bloque de diputados de Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto, y a algunos de sus referentes, informó NA.
Por otro lado, el diputado Nicolás Massot reveló que el Gobierno aceptaría llevar el piso del Impuesto a las Ganancias a nivel «sensiblemente más alto de lo que se viene discutiendo». Esa es una condición que están poniendo algunos gobernadores y bloques para apoyar la Ley Ómnibus, aunque el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, anunció que este debate se tratará «en otra etapa».
El diputado oriundo de Bahía Blanca aseguró también que «se va a aumentar el monotributo para que sea ecuánime lo que paguen los monotributistas y los autónomos», y deslizó que podría haber acuerdo para incluir en la ley ómnibus una reforma de modernización laboral.
Como esta semana estará dedicada a la conformación de 18 comisiones con sus respectivas autoridades y miembros, el tratamiento propiamente dicho de la ley ómnibus comenzará la semana que viene y la idea es desembocar en el recinto de diputados antes del final del mes.
Ley Ómnibus bis
Para esta ley ómnibus bis, el oficialismo tomó el recaudo de que la redacción esté entallada a la medida de las posibilidades reales de ser aprobada, tomando en cuenta algunas de las sugerencias de la oposición que se ubica en la zona amistosa, la «opo friendly».
Por ejemplo, la inclusión de la mencionada reforma laboral y la exclusión de la fórmula de movilidad jubilatoria. En el Gobierno comprendieron que hay temas que pueden funcionar como manzana podrida, echando a perder los acuerdos alcanzados en otras materias.
La modalidad de trabajo será la misma que se utilizó en el verano: plenarios de las comisiones de Legislación General (cabecera con Gabriel Bornorini como presidente), Presupuesto y Hacienda (José Luis Espert) y Asuntos Constitucionales (Nicolás Mayoraz).
El Gobierno no debería a tener ningún problema en poder aprobarla. Ya tiene la base de los 144 votos en general del primer intento, pero con la nueva redacción más pulida va a poder además atar voluntades para la votación en particular. La idea esta vez es no pasar sobresaltos y por eso se están prendiendo los motores de la política para amasar acuerdos, que es lo que la vez pasada falló.