El 31 de agosto de 2023, después de pasar 79 días internada en el Hospital Italiano, Silvina Luna falleció a los 43 años. En 2011 Aníbal Lotocki le inyectó a la actriz biopolímeros (polimetil metacrilato) en glúteos y muslos, y la mala praxis resultó en hipercalcemia e insuficiencia renal. A ocho meses de su muerte, se conoció cómo se encuentra su hermano Ezequiel.
En conversación con Socios del Espectáculo, el ciclo conducido por Rodrigo Lussich y Adrián Pallares para Canal Trece, Fernando Burlando, abogado de las víctimas de Aníbal Lotocki, reveló que el hermano de Silvina Luna no se encuentra bien. Primero, dio detalles de la autopsia a la modelo: «Según estudios de laboratorio que pasó hace horas y el fiscal ya lo mandó al cuerpo médico forense, entiendo que ya deberíamos tenerlo a la brevedad».
«Y creo que se va a confirmar lo que siempre sospechamos, que detrás de Lotocki hay una verdadera organización delictiva que ni más ni menos se encargaba de hacer esto: lastimar, dañar y facturar”, agregó Fernando Burlando. En cuanto a Ezequiel, el abogado expresó: “La serie puede ser muy nutritiva. Sé que Ezequiel, el hermano de Silvina, está traccionando muchísimo para darle celeridad a esa serie y se está encargando él. Es una de las de las misiones y proyectos que adoptó como propios».
«Personalmente creo que está muy afectado. Ezequiel no es un tipo que muestre mucho. Esconde más que exhibe. Yo creo que está muy golpeado. Era realmente su verdadero sostén Silvina. Tenían una una relación realmente hermosa y creo que sin lugar a dudas hoy quien más la debe extrañar es él”, contó Fernando Burlando.
Qué dijo Ezequiel, el hermano de Silvina Luna
A fines del año pasado, Ezequiel se animó a romper el silencio y Ángel de Brito contó en LAM (América TV) detalles de la conversación que tuvieron: “Con la recaudación por la venta del libro de Silvina, Simple y consciente: un viaje sanador físico, mental y espiritual, van a crear una asociación civil para víctimas de cirugías estéticas. Con la ganancia de las reimpresiones del libro y de otros proyectos como un documental sobre el caso, que había pedido Silvina, será donado a la Asociación Civil que van a crear en los próximos días”.
“En la clínica, en muy mal estado, ella decía: “Grabá, grabá. Al principio Silvina no veía ese final, pero siempre siguió luchando en las peores condiciones físicas y anímicas, estaba positiva con respecto a salir adelante”, le dijo Ezequiel a Ángel de Brito.
“Cuando tocábamos a mi hermana para ayudarla a moverse sentíamos las durezas en el cuerpo. La tocabas y tenía una pelota dura que nos impresionaba. Por lo que vieron a simple vista el material lo tenía en rodillas, en caderas y en la espalda. Había migrado y de ahí venían los intensos dolores que ella relataba siempre. Silvina decía que había sido una compañera de trabajo pero nunca quiso decir quién era. Cuando salió de la operación no podía moverse, la tuve que llevar en el auto, ella iba cola para arriba en el asiento de atrás por los dolores que tenía. Ahí me di cuenta que algo había pasado”, agregó.