El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, destacó la acción de las fuerzas de seguridad para frenar la movilización de este miércoles. El «operativo histórico», como así lo llamó, marcó «un antes y un después de cómo se plantea y defiende el orden y la libertad de circular en Argentina y en la Ciudad de Buenos Aires«. También agradeció la intervención del ministro de Seguridad, Waldo Wolff, y del SAME para asistir a los heridos.
«Ese reclamo se estaba haciendo en el marco de lo que nosotros entendemos como reglas nacionales de queja y convivencia, donde el derecho a manifestarse no impedía el derecho a circular. En un momento, sabiendo que era algo que no correspondía, quienes se estaban manifestando toman la decisión unilateral de incumplir la ley. Para nosotros, nadie en CABA esta por encima de la ley», sentenció Macri en conferencia de prensa.
Por ese motivo, se tomó la decisión de «liberar la calle» con un «operativo histórico», pero «difícil» ya que el desplegamiento de fuerzas no tuvo antecedentes así. «Nuestra decisión es inquebrantable, que es garantizar la posibilidad de la libertad de todos los ciudadanos a estudiar y trabajar.
«El accionar y el operativo fue excelente. Como todo operativo de esta magnitud hubo momentos tensos, difíciles, pero la determinación, la decisión con que la Policía puso el cuerpo fue, para nosotros, un orgullo», aseveró el intendente de CABA. Ante ello, Jorge Macri confirmó la detención de 10 manifestantes, 8 policías heridos (2 de ellos de gravedad) y 2 periodistas lastimados.
«Lamentamos los heridos, son situaciones a las que no queremos llegar. Acordamos mecanismos para esa manifestación para que afecte lo menos posible la vida de la ciudad, pero cuando ese límite no se respeta, a la ley la hacemos cumplir. Uno de los roles del Estado es utilizar la fuerza. Podemos acordar, pero no negociamos el incumplimiento de la ley», cerró.
Las consecuencias de la marcha de hoy
Entre los partidos que se movilizaron hoy se encontraban el Polo Obrero, la CTA y algunos gremios afectados por los despidos y la emergencia alimentaria. El Gobierno porteño calculó que se movilizaron alrededor de 400 efectivos, camiones hidrantes y una pérdida de $32 millones por los destrozos.
