Se encuentra cerca de realizarse el tradicional encuentro de la UCR nacional en Villa Giardino, en Córdoba, en medio una interna entre el senador nacional y presidente del Comité Nacional, Martín Lousteau, y el jefe del bloque en Diputados, Rodrigo de Loredo.
Según La Política Online, desde hace semanas, todos en el radicalismo saben que la relación entre el titular de la UCR Nacional y el cordobés no atraviesa su mejor momento y los hechos así lo demuestran. Los guiños de De Loredo a la gestión del presidente Javier Milei, como también el diálogo habitual entre el cordobés y el asesor Santiago Caputo, chocan con las críticas reiteradas que el senador le hace a la administración del libertario.
Pero este hecho, que es la posibilidad de modificar o hasta cancelar el encuentro en las sierras de Córdoba, ratifica la tensión entre ambos. Desde el entorno de De Loredo busca bloquear el encuentro, vaciarlo o hacerlo, condicionando la organización a la presencia de Lousteau.
«Hay que ‘provincializarlo’» dijo el lunes pasado un histórico dirigente de la UCR cordobesa, el legislador provincial Miguel Nicolás. Hombre cercano a De Loredo actualmente y uno de los que participó en la reunión del Comité Provincia el pasado lunes, donde se debatió, entre otras cuestiones, qué hacer con Villa Giardino.
El jefe del bloque en la Cámara baja trató de bajar los decibeles a la tensión con el senador y varios de los que participaron buscaron impulsarlo. Principalmente, para que se convierta en el líder de un partido que no tuvo internas y que las postergó para la segunda mitad del 2024, después de las elecciones en Río Cuarto que se llevarán adelante a mediados de este año.
Hecho que le quitó efervescencia al mundo UCR en Córdoba, pero que ahora se ve reactivado por dos cuestiones.
La primera es la lucha entre los que quieren encuentro en Giardino y aquellos que lo ven como un escenario inadecuado en un contexto incómodo: posterior a la discusión de la Ley Bases que pueda darle a Milei un respaldo de los radicales en Diputados. Por lo menos, de los cordobeses.
La otra cuestión es más endodérmica y se trata de la pelea por una de las sillas en la Auditoria General de la Nación. De Loredo quiere tapar cualquier chance de que ese lugar sea para el exdiputado Mario Negri e impulsa al puntano Alejandro Cacace. El problema es que el bloque debe definir un solo nombre y es por ello que Negri ya tejió acuerdos con Lousteau y con el diputado Facundo Manes, los dos rivales circunstanciales de De Loredo.